Análisis

Huracán variopinto de izquierdas

XAVIER BRU DE SALA

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Ha sucedido. La inversión del mapa político se ha hecho realidad. Las grandes ciudades de España obtienen mayorías de izquierdas, en detrimento del PP y, en Barcelona, de CiU. Las formaciones nuevas entran con fuerza. Madrid y Barcelona lideradas por la izquierda alternativa. El PP, el PSOE y CiU resisten el huracán pero pierden buena parte de su fuerza. Quien más pierde es el PP, barrido de Madrid y Valencia, tanto en los municipios como en las comunidades autónomas. Las expectativas cara a las próximas generales quedan abiertas, pero todo parece indicar que el PP, con Rajoy o sin él, perderá el Gobierno de España.

Al final, la indignación popular por la corrupción y la crisis ha pasado una factura solemne. De forma que el mapa político de España sufre un zarandeo monumental. Los vientos de cambio han soplado fuerte, a nivel huracanado, si bien no todos en la misma dirección. Sumemos como sumemos los resultados a nivel general, y ni que añadiéramos Ciudadanos al PP, las izquierdas han ganado por goleada. No parece un paréntesis pasajero sino el anuncio de un cambio real y profundo. Muy, probablemente, irreversible. España pasa página de la crisis y del PP.

Los retos serán colosales

El problema de las izquierdas no es, a partir de ahora, obtener mayorías, porque las han logrado arrolladoras, sino hallar puntos de acuerdo, programas para gobernar en común. Son tantas las diferencias entre unas izquierdas y otras, que los retos serán colosales. Más aún porque mientras intentan pactar en municipios y comunidades, tendrán que competir para posicionarse cara una batalla que, en las generales, se prevé muy dura para ganar, sobre todo entre el PSOE y Podemos.

De uno u otro modo, todas las fuerzas políticas menos el PP representan un deseo de cambio, bien en el eje derecha-izquierda o bien en el nacional. La contradicción principal se encuentra en la naturaleza del cambio. Si en Barcelona, la suma de las izquierdas alternativas, En Comú, ERC y CUP, se acerca a la mayoría absoluta, en Madrid no habrá más remedio que encontrar puntos de confluencia entre Podemos y PSOE. Viejos y nuevos, moderados y radicales, la mezcla puede ser explosiva. Si disimulan las desavenencias ante las generales, una vez se hayan celebrado, las peleas pueden se explosivas. El 2015 se presenta como el año del cambio, pero el 2016, pueden emerger las desilusiones.

¿Cómo afectará al 'procés' el giro copernicano de Barcelona? Lo más probable es que se reformule. El hecho de que el eje derecha-izquierda se decante con tanta fuerza abrirá nuevas perspectivas. La independencia ha dejado de ser la única opción de cambio. El melón de la Constitución ha dejado de estar blindado. En cualquier caso, se puede afirmar que se ha acabado el ciclo iniciado con la Transición. Costará muchísimo poner las bases para iniciar una nueva etapa política y social, pero es un hecho, una vez han hablado las urnas, que se abre un ciclo. Ayer nacieron nuevas perspectivas. Si llegan a crecer o mueren en la cuna, dependerá de estas izquierdas, ahora tan variopintas, quién sabe si en el futuro otra vez agrietadas.