Homenaje a Bárcenas

Con un planteamiento escenográfico de gran y emotivo ceremonial, Wyoming (El intermedio, La Sexta) reunió el otro día a todo su equipo en el centro del plató y aludiendo a una estatua o figura que tenía a su lado, tapada con una mantita roja, se dirigió a todos nosotros y exclamó: «Amigos, hoy estamos aquí para homenajear a la persona que más ha hecho por este programa. Se ha ganado un hueco en nuestros corazones para siempre. Les estoy hablando de... ¡Luis Bárcenas Gutiérrez, el puto amo!» y quitó inmediatamente la mantita, y apareció el glorioso busto de Luis Bárcenas, un trabajo primoroso, seguramente realizado en papel bárcenas maché. Y entonces Wyoming, visiblemente emocionado, remató: «Zapatero nos regaló la cadena pero tú, Luis, nos has regalado algo mucho más importante: ¡la audiencia!». ¡Ahh! El golpe ha sido muy hermoso. Efectivamente, desde que se dieron a conocer los famosos papeles secretos del exgerente y extesorero del PP, Bárcenas se ha transformado en el gran protagonista de El intermedio.

Cada noche semana tras semana, este personaje ha sido el gran tema de este sarcástico programa de tele. Y les ha proporcionado las mejores audiencias de su historia. O sea que el homenaje podría parecer merecido y conveniente. No obstante cabe advertir a Wyoming que, aún en su clave irónica, podría estar sufriendo sin saberlo un tremendo síndrome de Estocolmo. Lo que le ocurre a esta tropa, con esta devoción por Bárcenas -repito, aún en clave irónica- es como si un corresponsal de guerra tuviera que homenajear los conflictos bélicos porque le han permitido hacer tantos reportajes y crónicas.

Es como si el área de sucesos de cualquier medio de comunicación hubiera de edificar una estatua a los asesinos de Puerto Urraco por la cantidad de informaciones y reseñas que aquella sangrienta matanza generó. Es como si yo -permítanme la aproximación- tuviese que levantar una estatua de agradecimiento al pavoroso experimento sociológico de Merceditas por la cantidad de artículos que he escrito sobre su triturante y devastadora ratomaquia en los 14 años que lleva en antena.

Por cierto, en la última gala de GH (T-5) la flautista torturaba a Eva, la novia de Danny, diciéndole: «Cuando Danny te besa no te mete la lengua. Ahí falta pasión. En cambio Danny tiene pasión por Susana, te lo digo yo». Y la pobre y frágil Eva había de aguantar pasando vergüenza.