Ideas

Histriónico y único

JORDI PUNTÍ

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Termina el mes de agosto y yo todavía quiero recordar al actor Robin Williams, que hace unos días se suicidó a los 63 años. Todos los homenajes no bastarán para hacernos olvidar las horas de actuaciones, chistes y risas que nos ha escatimado con su muerte. Estas semanas, algunos comentarios tachaban a Williams de actor histriónico, de gestos exagerados, y en cierta forma tienen razón, aunque eso no es necesariamente negativo. El histrionismo controlado es también un arte y él lo dominaba como nadie. Un buen ejemplo es el profesor de El club de los poetas muertos, de Peter Weir, criticada por algunos intelectuales porque da una visión romántica e ingenua de la poesía, y hasta cierto punto la frivoliza. En realidad, Williams trabaja en esta película muy cerca del guión, sin devaneos, y es su papel quien a ratos le pide que sea desmesurado.

Robin Williams hizo más de 80 películas y algunas eran muy malas --ocurre en las mejores carreras--, pero hay pocos actores que hayan dejado tantos personajes memorables y en registros tan diferentes. Yo me quedo con el Garp en El mundo según Garp, el emigrante de Un ruso en Nueva York, el locutor de Good Morning, Vietnam o el vagabundo de El rey pescador, entre muchos otros. Tampoco olvidaré su reciente aparición en un episodio precioso de la serie Louie. 

Me pregunto si el problema con su imagen excesiva no vendrá del desconocimiento y de los doblajes, que eliminan sus matices. Williams empezó como humorista y payaso, pero como actor era sobre todo una voz de mil registros y un cerebro capaz de realizar conexiones rapidísimas e improvisar chistes, a cuál mejor. Esta faceta brillaba en sus actuaciones como stand up, aquí prácticamente desconocidas, pero también en las entrevistas televisivas (no se pierdan la que le hizo James Lipton para el clásico Inside Actors Studio). Algunos directores sabían sacar partido de ese talento y otros buscaban la sorpresa de contenerlo. Me temo que aquí llegó a medias, filtrado por la imagen tópica, borroso y movido como en ese papel que le dio Woody Allen en Deconstruyendo a Harry.