tú y yo somos tres

Hipocresía y repugnancia

FERRAN MONEGAL

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Ha sido una insólita y valiosa entrevista la que le ha practicado Jordi Évole a Glòria Serra (Salvados, La Sexta). Le ha puesto en su ya célebre iPad aquellas imágenes de cuando Miguel Ricart salió de la cárcel e intentaba llegar al vehículo, mientras una nube de cámaras y micrófonos le impedían moverse y le perseguían. Le preguntó entonces Jordi Glòria«¿Esto es acoso mediático?». Y ella respondió: «Buena parte de lo que hemos visto es acoso, sí», y añadió: «Mi responsabilidad como informadora es separar nuestra emotividad de lo que estamos contando. Ahora, especialmente en televisión, dejamos que la emotividad se derborde y contamine. ¿Sabes por qué? Porque vende más. Somos un poco hipócritas, sí». ¡Ah! Viendo que la periodista respondía sin escabullirse, le preguntó entonces si entrevistaría a Ricart en la tele. Ella contestó «¡Naturalmente que sí!», y Jordi pidió entonces que le contase dónde está el límite. La respuesta de Glòria Serra fue tan meditable como debatible: «El límite es el dinero. Darle dinero sería como una forma de premiarle los crímenes cometidos. Te voy a poner un ejemplo: cuando se pagó a Julián Muñoz por una entrevista, cuando se pagó a un señor condenado por robar dinero público, a mí me pareció indignante»«¡Tú trabajabas en ese programa, Glòria!», le advirtió entonces Évole«Por eso lo digo -respondió ella- A mí eso me generó repugnancia». ¡Ahh! Agradezco a Glòria la valentía. Ha sido una aprovechable catarsis sobre este oficio que la televisión ha acabado de pervertir, y que ya no sé si es periodismo, comunicación, agitación, propaganda o si simplemente jugamos el papel de perritos que a cambio de un entrecot de ternera -la aristocracia del oficio- o de unas salchichas -para el resto que aún tiene trabajo- salimos a hacer lo que manden, aunque repugne.

OTRAS REPUGNANCIAS .- Después de lo que ha hecho TVE-1, emitiendo una reposición de un Comando actualidad sobre el cultivo de naranjas y mandarinas en lugar de emitir lo que medio mundo (400 periodistas de 100 medios de 15 países) estaban cubriendo en Palma de Mallorca, o sea, lo de la infanta Cristina, después de este vergonzoso ocultamiento informativo por parte del primer canal de la televisión pública estatal, ahora intentan disimular diciendo que lo dieron por el Canal 24 horas. ¡Ahh! La trampa del canalito. Eso no es darlo, eso es esconderlo. Si hubiera vergüenza, alguien dimitiría.