El órdago independentista

Santiago Vidal, de héroe a villano parlanchín

El lenguaje utilizado por Vidal es propio del más reprochable de los personajes de Orwell: "Tenemos vuestros datos"

Santi Vidal, en un acto de ERC.

Santi Vidal, en un acto de ERC. / periodico

JORDI MERCADER

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Santiago Vidal, juez suspendido de funciones por redactar una Constitución de un Estado inexistente, ha acusado al Gobierno catalán de haber cometido un delito de los graves. ¿Cómo demostrará Oriol Junqueras que su departamento no tiene los datos fiscales de los catalanes robados según el exsenador por ERC? ¿Se querellará la Generalitat contra el hombre que estaba preparando el sistema judicial del nuevo estado o dejará que sea la Fiscalía española la que persiga esta supuesta vulneración de la ley de Protección de Bases de DatosVidal ha golpeado al 'procés' como nadie lo había hecho hasta ahora: aplaudiendo la ilegalidad, alardeando de la vieja doctrina de que el fin justifica los medios. Exactamente lo mismo de lo que el independentismo acusa sistemáticamente al Estado español.

La revelación del delito negado por la Generalitat no es la única alarma detectable en las conferencias del hasta hace unas horas héroe independentista por su condición de represaliado judicial hoy transmutado en villano por su temeraria imprudencia. El lenguaje utilizado por Vidal es propio del más reprochable de los personajes de Orwell. "Tenemos vuestros datos", “sabemos que jueces jurarán fidelidad a la república catalana", "todos estáis fichados" o sea, que saben dónde vivimos cada uno de los catalanes y estarían dispuestos a utilizarlo en beneficio de la causa, por lo que dijo el juez.

LA NORIA DE LA ILUSIÓN

La sombra de autoritarismo proyectada por estas construcciones de la gramática política no puede ser atribuida, alegremente, a la euforia del mitinero, como pretendió en primera instancia un portavoz de ERC para quitar hierro a las palabras del exsenador. Ni tampoco a la ingenua intención del conferenciante de mantener viva la ilusión del buen independentista exagerando la realidad para hacerles creer que todo avanza por el buen camino. Que la noria de la ilusión no deje de rodar, como mínimo hasta otoño.  

Muchos soberanistas compartirán la inquietud provocada por el fondo y el tono de los mítines de Vidal: no son buena publicidad para la 'revolución de las sonrisas' ni tarjeta aceptable para los autoproclamados exquisitos demócratas víctimas de un Estado de baja calidad democrática. El conferenciante, además, cayó en el error de precipitar como noticia los rumores que se comentan en las sobremesas de los que están en el secreto de las cosas: ya tenemos el apoyo de 11 estados de la Unión Europea e incluso financiación privada para pagar los primeros meses de la independencia.

También la 'consellera' Borrás se ha dejado llevar por la comodidad del pensamiento único al dar por descontado que todo funcionario de la Generalitat debe estar predispuesto a solicitar un día festivo para acompañar a Artur Mas a las puertas del tribunal, dejando en posición delicada a quien prefiera trabajar con normalidad. La tentación de los atajos puede envenenar el más bello de los sueños; aunque tal vez solo sean los nervios por la incertidumbre del desenlace prometido el otro día en Bruselas.