La rueda

Hay miedo y Rajoy no es creíble

Ni el presidente ni Guindos han hecho la mínima mención a la inmensa deuda española

CARLOS ELORDI

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La gente que tiene algo ahorrado, aunque sea poco, tiene miedo de que lo de Grecia contagie a España. La que vive al día, y no digamos la que está aún peor, no percibe que su situación pueda por eso empeorar, aunque algunos no lo descartan. Lo que une a unos y a otros es que no se fían del Gobierno. Nadie ha creído a Rajoy ni a Guindos cuando han corrido a asegurar que aquí no va a pasar nada. Porque ya les han escuchado demasiadas mentiras y las explicaciones que dieron el otro día sonaban a una más. Eso de que las reformas -¿también la laboral?- han creado una especie de escudo anticrisis para la economía no puede colar en una opinión pública que aún recuerda -que esas cosas no se olvidan- que Zapatero decía algo parecido en el 2008 y hasta en el 2009. Y, además, la gente que ha aprendido algo de economía en estos años no ha hecho sino reforzar su incredulidad al comprobar que ni el presidente del Gobierno ni el ministro han hecho la mínima mención de la inmensa y seguramente impagable deuda española. Ese es el punto débil de España, el flanco por donde pueden llegar los golpes si lo de Grecia se desmadra y los mercados financieros entran en ebullición. Lo cual puede ocurrir enseguida o dentro de unos meses. Lo temen los expertos nacionales y extranjeros de todos los colores. Pero Rajoy se permite el lujo de ocultárselo a la gente.

En cambio, ha aprovechado la ocasión para decir que lo de Grecia es el ejemplo de lo que produciría un entendimiento entre PSOE y Podemos. ¿Mezquindad? No. Estulticia. El estratega que haya convencido a Rajoy de que si las cosas se ponen mal la gente culpará a la oposición y no al Gobierno es tan inútil como el presidente que se lo ha tragado. Si en un momento difícil siempre es un problema carecer de un gobierno creíble, en el caso de España eso se convierte en un drama.