Tú y yo somos tres

Hans y Renate, dos jubilados

FERRAN MONEGAL

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Si Alemania es el referente, el modelo, el faro que ilumina a nuestro Gobierno, vamos listos. Nos lo demostró Jordi Évole, que acaba de viajar a la ciudad de Colonia (Salvados, La Sexta). Allí primero se encontró con el sociólogo Brettschneider, viejo conocido nuestro, al que Jordi entrevistó hace un año, en febrero del 2012, y vaticinó sin ni un solo fallo todos los recortes que iba a perpetrar el Gobierno español. Ahora su predicción aún ha sido más tremenda. Nos ha advertido que las pensiones ya no se revalorizarán jamás. Peor aún, que vamos hacia un modelo perverso: la paga de jubilación será cada vez más mísera, más pobre, y si alguien quiere una jubilación con la que mínimamente se pueda vivir tendrá que hacerse un plan privado de pensiones. Tras esta negra predicción, Jordi ha querido ver, comprobar, dos casos concretos. Se ha entrevistado con dos alemanes, Hans y Renate, de 72 y 78 años respectivamente. Él, ingeniero. Ella, secretaria de dirección. Ahora están jubilados. Y ese país que creíamos riquísimo y fabuloso les retribuye, después de toda una vida de trabajo, con 650 euros. Eso Hans, el ingeniero. Renate, la secretaria, todavía menos. Y claro, ninguno de los dos puede llegar a fin de mes. Al final de la conversación Renate ha mirado a Évole con una mezcla de espanto y de ternura, y le dijo: «Tu generación lo pasará peor que la nuestra. Os espera un futuro que a vuestra edad no os podéis ni imaginar». Y Jordi se ha quedado mudo, sin saber qué responder.

ESPAÑA VA BIEN .- Y después de este golpe de pragmatismo real, verídico y tremendo, después de comenzar a comprender lo que el sistema nos prepara para nuestra vejez, ayer por la mañana apareció en Espejo público (A-3 TV) el ministro de Economía. ¡Ahh! Hacía tiempo que no veíamos a Luis de Guindos en un plató. Se comprende que haya elegido este: Susanna Griso le fue sirviendo hilos en bandeja, y el ministro tejió con ellos un hermoso macramé. Hubo un momento particularmente sonrojante, cuando dijo que España era como un enfermo, como un paciente, que fumaba, que no cuidaba su alimentación, y que tenía colesterol. Y que ahora, felizmente, se han tomado las medidas oportunas y ha dejado de fumar, ha mejorado la dieta y le ha bajado el colesterol. Hombre, pues tiene razón: es tanta la miseria y el hambre que ya no temos ni para tabaco, ni nos sube el colesterol.