Al contrataque

Hacienda 'defrauda' al juez Ruz

XAVIER SARDÀ

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Juez Ruz, muy buenas. Ha pedido usted la colaboración de Hacienda en sus investigaciones sobre el supuesto fraude fiscal del Partido Popular, y le han contestado que nanai. Así de claro. Vamos, que no. La jefa antifraude le ha respondido con aquello de 'se espere usted sentado'. Hay fraudes y fraudes.

¿Como se le ocurre pedirle a la Agencia Tributaria que cuantifique el fraude fiscal derivado de las donaciones irregulares recibidas por el PP en el 2008? ¿De verdad pensaba usted que Margarita García-Valdecasas colaboraria? Me dicen que pertenece usted a la plataforma Otro Derecho Penal es posible, integrada por juristas progresistas. Peor me lo pone.

La suya, señor juez, es una delgadez simbólica y casi quijotesca. Diríase que es usted un Anthony Perkins en plena 'Psicosis' jurídico-kafkiana. Le vemos solo. ¿Estan solos los jueces? Los corruptos tienen equipos bien conformados y esa solidaridad emocional que rezuma la ilicitud. Los corruptos trabajan en cuadrilla y con buenas dotaciones. Fíjese que ser gánster significa formar parte de una organización criminal. Ellos saben cuidarse.

Me pregunto si usted, señor juez, se siente arropado en su tarea de investigar las tramas podridas. Quiero imaginar que su soledad no es categórica y que esta usted rodeado de un equipo desperezado y eficiente. Manda usted a juicio a los 40 primeros implicados en el caso Gürtel. Ha fijado usted 449 millones de euros en concepto de fianza. Bárcenas, Correa y una amplísima compañia de comedias se sentaran en el banquillo. Les lleva usted a juicio sin que apenas se le despeine el leve mechón de cabello que cae sobre su frente. Lo hace usted con esa profesionalidad cirujana tan alejadísima de las pasiones humanas. ¿Que sabemos del buen juez? ¿No son ustedes pasionales o son sencillamente domadores de lo impulsivo?

Inspectores cabreados

No debe ser fácil pedir ayuda a Hacienda y que le 'defrauden' a uno. Se han negado a colaborar desde las alturas. Hay inspectores cabreados. Debe ser difícil seguir como si tal cosa, no alterarse y no lanzar la instrucción por la ventana provocando una tormenta de miles de folios con su tornado de legajos.

Desde la periferia civil nos sorprende bastante que un poder del Estado le pida ayuda a otro y la respuesta sea negativa. Ya es una vergüenza que Andorra no colabore con la justicia española en el caso Pujol. Es una indecencia. Pero claro, aquí hablamos de poder del mismo Estado.

Sepan, señores jueces, que hay bastante gente de este país que considera esencial su trabajo. Hay bastante gente a la que no nos resultan indiferentes las adversidades a las que tienen que hacer frente. Sigan ustedes adelante con Gürtel, Palau, ERE y la etcétera madre que nos parió a todos.