¿Hacia una nueva RTVE?

Con una cúpula profesionalizada y propensa al pluralismo, TVE debería convertirse de nuevo en referente informativo y ejemplo de imparcialidad

presentacion  informativos tve television

presentacion informativos tve television / periodico

ENRIC HERNÀNDEZ

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El Congreso ha dado un paso de gigante en el camino para desgubernamentalizar y blindar la independencia de la televisión y la radio públicas. Sin ningún voto en contra, la Cámara baja ha aprobado una reforma legal ideada por el PSOE y apoyada por Podemos para cambiar el sistema de elección de la cúpula de Radio Televisión Española (RTVE) y promover su relevo en los próximos meses, antes de que venza su mandato.

El cambio no es cosmético: las Cortes convocarán un concurso público, y los aspirantes deberán presentar un proyecto, superar el examen de una comisión de expertos y obtener el apoyo de dos terceras partes del hemiciclo (233 diputados) o, en su defecto, de la mitad de los grupos parlamentarios. En otras palabras, PP y PSOE deberán alcanzar un acuerdo, cuanto menos, con Podemos y/o Ciudadanos.

La iniciativa, a la que el PP se ha sumado 'in extremis' para no evidenciar su aislamiento parlamentario, comporta una enmienda a la totalidad del modo en que el Gobierno de Mariano Rajoy ha gestionado los medios de comunicación públicos. Tan pronto como accedió al poder, el PP derogó la ley de José Luis Rodríguez Zapatero para poder nombrar al presidente de RTVE sin contar con la oposición. Ni la audiencia ni el prestigio de sus servicios informativos han avalado aquella decisión.

Cierto es que a menudo las mayorías cualificadas enmascaran el reparto de cuotas de poder entre los partidos. Pero la profesionalización del proceso de selección de los nuevos responsables de RTVE y su presumible propensión al pluralismo sintoniza con las demandas de los periodistas del ente, que llevan años denunciando el sesgo político de los informativos.

LA CREDIBILIDAD

Con 6.300 profesionales muy cualificados --un tercio de los cuales pidieron por escrito esta reforma-- y casi 1.000 de millones de presupuesto, RTVE debería mirarse en el espejo de la BBC: ser el referente informativo, ejemplo de pluralidad e imparcialidad, que durante un tiempo fue. Y para lograrlo deberá ganar de nuevo, antes incluso que la batalla de la audiencia, la de la credibilidad, tanto en el panorama audiovisual como en el digital. Difícil, pero no imposible.