La rueda

Hacia la catarsis electoral

Mucha gente está tan harta que apuesta por un partido que quiere dar la vuelta a la tortilla

CARLOS ELORDI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La mejor prueba de que nuestro sistema político necesita ser reformado de arriba a abajo es que han bastado unos sondeos para crear la sensación de que está a punto de caerse. Ni huelgas generales, ni movilizaciones masivas, ni disturbios violentos. Solo la confirmación demoscópica de que mucha gente está tan harta que afirma que va a votar a un partido que dice que quiere dar la vuelta a la tortilla.

Hoy por hoy es imposible predecir cómo se va a concretar en las urnas ese hecho político, formidable por sus dimensiones y por la rapidez con que se ha gestado. Pero lo que está claro es que ya está produciendo unos efectos políticos importantes.

Está golpeado duramente al Partido Popular que se creía omnipotente e intocable y que aparece como un partido débil, sin cohesión interna, que no cree en sus líderes y que puede sufrir una grave crisis. El fantasma de Podemos, agigantado por la corrupción, puede tumbar a Rajoy.

Y nada indica que el PSOE se esté beneficiando del desastre de su rival. Porque carece de todo lo que haría falta para atender a las demandas del frente del rechazo. De esa gente que se declara estar dispuesta a secundar una aventura, con tal de que su hartazgo tenga una concreción política que sea contundente.

Le basta con eso. No le interesan los programas. Intuye que la situación está tan profundamente mal que poco puede hacerse para cambiarla, que gane quien gane habrá que seguir sufriendo. Y se conforma con que esta vez al menos salga a relucir su dignidad, esa misma que los que mandan no han dejado de pisotear desde hace demasiado tiempo.

Es una cuestión de ética. De principios. Que se decía que en España ya no existían, pero que no habían muerto, aunque pocos querían verlo.