La clave
Guía para indecisos ante el 27-S
En este autoplebiscito el independentismo ganará aunque pierda
Enric Hernàndez
Director
Director de EL PERIÓDICO desde el 2010 y licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona. En 1998 se incorporó al diario como redactor jefe de Política en Madrid. Un año más tarde, asumió la jefatura de la delegación y, en el 2006, fue nombrado subdirector. También trabajó en 'El País' como director adjunto y en el diario 'Avui', donde inició su carrera profesional.
ENRIC HERNÀNDEZ
¿Quién dijo que las campañas electorales no servían para nada? La del 27-S quizá no permita aclarar cómo se gobernará Catalunya si las urnas confirman los vaticinios demoscópicos, pero la sobreexposición de los cabezas de cartel y del candidato a la reelección, Artur Mas, sí contribuye a disipar alguna de las incógnitas que albergan los aún indecisos. Aquí, una breve guía.
¿Las elecciones son o no plebiscitarias? Para las listas independentistas, lo serán en todo caso. Si ganan en votos y escaños, porque habrán obtenido el ansiado mandato democrático. Según Mas, si tienen la mitad más uno de los diputados pero no de los sufragios, la hoja de ruta soberanista sigue su curso; y si no, que el Estado hubiera autorizado el referéndum. Antonio Baños (CUP) ha añadido otra variable: si ambas fuerzas no obtienen un mandato mayoritario, «el proceso no descarrila ni se para». «el proceso no descarrila ni se para»Es decir, en este autoplebiscito el independentismo ganará aunque pierda.
¿Será Mas presidente? Con una mayoría absoluta de Junts pel Sí, sin ninguna duda. Si no alcanza por poco los 68 escaños, la CUP facilitará su investidura en segunda votación mediante una abstención, pues para la candidatura anticapitalista es útil para su fin de forzar una rápida ruptura con España. Solo en la hipótesis de que la abstención de la CUP no bastara (que el resto de fuerzas sumaran más diputados que Junts pel Sí en solitario), la investidura de Mas entraría en cuestión. Y la entente CDC-ERC, en combustión.
¿El mundo se postrará a los pies de los catalanes tras el 27-S? Más allá de las gestiones de la diplomacia catalana ante instancias parlamentarias internacionales, Obama, Merkel, Cameron y la Comisión Europea han dejado claro que no abonarán la secesión de Catalunya ni le abrirán, de entrada, las puertas de la UE. Todo el mundo es libre de hacer oídos sordos, pero no de llamarse a engaño.
¿Un triunfo del sí forzará al Estado a claudicar? Improbable, pero habría más preguntas: ¿Aceptarían de igual grado CDC, ERC y la CUP renunciar al estado propio a cambio de un pacto fiscal? ¿Podría el Govern aceptar otra cosa que no fuera la secesión, ignorando el mandato democrático del 27-S?
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