tú y yo somos tres

Y gritaban: «¡Tongo, tongo!»

Ferran Monegal

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Ahora que Tele 5 también está celebrando sus primeros 25 años de vida, algunos analistas construyen espumosas reflexiones buscando qué programas, qué espacios, qué ingenios televisivos han sido los más característicos, los que más han marcado la personalidad de esta cadena. ¡Ah! Pues no busquéis más, queridos niños. La gran insignia, la gran marca de Tele 5, al menos desde el 2004, o sea, en los últimos 11 años, es Belén Esteban, sin duda. Solo ella -superior incluso a Merceditas Milá en clave de Flautista de Hamelín de la ratomaquia de Guadalix- merece el trono de reina absoluta. Algunos  expertos sospechan incluso que, sin Belén Esteban, la cotización bursátil de Mediaset sería bien distinta. El penúltimo servicio de la princesa del pueblo a la cadena que la creó, que la maneja y que la apadrina, ha sido su incrustación en Gran Hermano VIP. ¡Qué gran estrategia! Gracias a ser transformada en ocasional ratoncita de la jaula, Tele 5 dio un vuelco espectacular a sus audiencias y ganó enero, un mes que hasta el día 15 tenía perdido. También se llevó febrero. Y quizá esta es la razón por la que sigue Belén en la jaula, a pesar de las votaciones que la daban como expulsada hasta el último minuto. Este cambio, esta milagrosa salvación de Belén -en su lugar fue expulsada Ares Teixidó-, provocó gritos de «¡Tongo, tongo!» entre el público del plató. Ese airado clamor de la audiencia habría desestabilizado cualquier otro concurso. En el caso del tándem Belén Esteban & Tele 5, todo lo contrario. Maestros en metabolizar cualquier contrariedad y transformarla en beneficio, hicieron salir enseguida a Jordi González con el reponsable de la empresa que contabiliza las llamadas, y enarbolando un acta notarial construyó Jordi un colosal sketch de propaganda sobre sí mismos. ¡Ahh! Son más listos que El Correcaminos.

Podríamos advertir que un notario no es un detective: da fe de que le presentan un documento. Y punto. Podríamos sacar jugo a lo que dijo el de la empresa: «Un solo teléfono puede emitir hasta 200 votaciones». Pero eso sería hasta mezquino ante la fantástica maniobra belenística. Todo lo que le suceda, tanto si la expulsan como si no, es transformado en un gran show. Es tan potente su reinado, que hasta los de Sálvame estuvieron un buen rato el otro día celebrando que Belén por fin ha podido ir de vientre. ¡Ahh! La gloriosa superación del estreñimiento les dio un repunte de audiencia superlativo.