La clave

Grecia, ni contigo ni sin ti

ALBERT SÁEZ

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Día D, hora H. Llevamos años hablando de un futuro que empieza hoy. Alexis Tsipras Yanis Varoufakis decidieron el viernes saltar de la mesa de negociación a las urnas. Jugada de riesgo que implica agotar el vencimiento de los pagos con el FMI que terminan la medianoche de este martes. La palabra maldita: default. El pecado mortal de la religión financiera. De momento, los bancos cerrados y los pensionistas pendientes de cobrar la paga. El pulso llevado por las dos partes hasta el extremo con los ciudadanos como rehenes de unos y de otros. La inconsciencia de pensar que es el adversario el que tiene el brazo a tocar de la mesa.

El euro es, como dice Krugman, una moneda imposible. Pero real. Ha pasado todo tipo de pruebas, la mayoría diseñadas por los socios de la City londinense y apoyadas por los amigos del dólar. Es fruto de la difícil construcción europea, con todas sus virtudes y todos sus defectos. Muchos avisan de que el euro ha empobrecido el sur de Europa. La memoria tiene estas injusticias. La deuda griega hubiera multiplicado por dos o por tres su montante principal si estuviera referenciada en los antiguos dracmas. Nuestros mileuristas serían hoy un 25% más pobres.

Juego de urnas

Tsipras intentó el viernes que Europa viviera la pesadilla de imaginarse sin Grecia. Europa intenta ahora que el domingo los griegos se imaginen fuera de Europa. Mejor dicho, de la Europa del euro. Dos pesadillas de similares intensidades pero de consecuencias desiguales. El drama es que la entrada en el euro de Grecia se planteó en la UE antes como una hermandad que como una sociedad. Las alianzas se pueden romper, pero los hermanos son para toda la vida. Y ahí están encadenados unos a otros sin otra alternativa que cambiar de interlocutor.

Como reconoció Juncker en su momento, la UE se equivocó enviando a los hombres de negro cuando se necesitaban políticos. El domingo la política vuelve al primer planoTsipras ha reconocido finalmente que sus promesas eran incompatibles con seguir en el euro. La UE trata finalmente de ganarse a los griegos en lugar de castigarlos. Hermanos, ni contigo ni sin ti.