tú y yo somos tres

Un gran 'show' de la Pausini

Un gran 'show' de la Pausini

Un gran 'show' de la Pausini. / periodico

Ferran Monegal

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Después de dos temporadas de gran éxito, La voz (T-5) ha logrado una rara perfección. Show y talento musical en un insuperable engranaje escénico. El fichaje de Laura Pausini como miembro del jurado (junto a MalúAlejandro Sanz Antonio Orozco) ha sido un sorprendente acierto. Italiana, conocedora a fondo de lo que el público busca en el universo telecinqüe, desde el primer momento se transformó en una colosal showwoman histriónica, en el sentido más simpático del término. Jugando a ser despendolada y a la vez surrealista, arrancó risas y aplausos entre el fervoroso público.  Su estrategia de simular constantes y divertidas peleas con sus compañeros del jurado, disputándose a los concursantes para que entren en su equipo, seduciéndoles con requiebros muy humorísticos, o arrancándose con una hilarante bulería cuando actuó Juañarito, sobrino de José Mercé, ha resultado un plan perfecto para fluidificar esa combinación de talent y de show. El golpe de suspense, muy teatral y emotivo, de las mellizas Alba y María, ocultas tras un biombo, ha sido la guinda de un espectáculo redondo que ha concitado a más de cuatro millones de espectadores. La calidad de los concursantes que han pasado este primer filtro es indiscutible. En casa nos ha subyugado en particular el cantante José Manuel, barítono-bajo que nos regaló un notabilísimo Nessun dorma de la célebre Turandot de Puccini. Este intérprete es de Crevillente, y especulábamos en casa, con alegría, si quizá esta Semana Santa se arrancará con alguna cantata virtuosa cuando discurra por las calles crevillentinas el originalísimo Pas del pollastre, un paso muy particular -de la Cofradía de la Negación de San Pedro-, que incluye colocar cada año un pollastre vivo entre la valiosa iconografía de este paso, obra del célebre escultor menorquín Antonio Riudavets.

UNA CAMPAÑA NUNCA VISTA .- A la hora de cerrar esta columna no se ha estrenado todavía la telecomedia Aquí paz y después gloria (T-5). Pero cabe señalar la aplastante campaña que ha realizado Mediaset para incentivar su consumo. Todas las plataformas de este imperio llevan días emitiendo espots, continuamente, promocionando a Antonio Resines, que hace -a la vez- de truhán y de cura. Más que una campaña, ha sido una obsesión publicista. No quiero ni pensar qué ocurriría si esta telecomedia pincha. Hasta serían capaces de alargar GH VIP. Manteniendo a  Belén dentro, por supuesto.