La clave

¿Un gobierno de notables?

ALBERT SÁEZ

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Los partidos que apoyan la consulta convocada por el president Mas y suspendida por el Tribunal Constitucional tienen ante sí un reto de gran calado. Se han comprometido con sus electores a encontrar la manera de someter a votación el futuro político de Catalunya. Una parte de la sociedad civil les reclama que «no aflojen». Ninguna de las vías exploradas hasta el momento ha dado fruto. La mayoría del Congreso, con Rajoy al frente, considera que esa es una pregunta imposible. La mayoría del Parlament, la quiere plantear. Llegados a este punto, la suspensión del TC obligará a los partidos catalanes a tomar una decisión. No parece que en ese bloque haya nadie que proponga a Mas dejarlo estar. De manera que la única salida es plantear la cuestión en unas elecciones. ¿Es ahora el momento de hacerlas? a

Los más inquietos dirán que sí. Gallardía catalana (pit i collons) frente a la hidalguía castellana (no pasarán). Pero la política se guía por otras lógicas. Se trata de no poner en peligro la autonomía actual con una desobediencia que no impresionaría a nadie. Mas pondrá como condición, para que las elecciones se hagan ahora, la presentación de una candidatura conjunta. El resto, no aceptará. Iniciativa y la CUP no jugarán nunca esa carta. Y Junqueras no puede jugarla antes de las municipales de mayo donde sus huestes esperan recuperar el poder que no tienen desde la Segunda República. Así las cosas, a Mas solo le quedaría acudir a la oferta de Miquel Iceta pero sus candidatos municipales difícilmente le dejarán tomar ese camino porque serían ellos los que se llevarían la bofetada. Mas pude intentar malvivir solo en el Gobierno, pero la sombra del caso Pujol le deja aún más a la intemperie.

Deberes pendientes

El camino de en medio sería un Gobierno de notables, sin dirigentes de ERC y sin los emergentes de CDC, con las personalidades que podrían ir en el futuro en una lista conjunta, a finales del 2015. Un Gobierno para hacer tantos deberes pendientes como tiene la autonomía catalana antes de plantearse la independencia en serio como la ley electoral. Esperar preparándose, sería lo inteligente.