Editorial

Unas generales muy catalanas

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Cuando todavía no sabemos en qué acabaran las elecciones catalanas de hace ya más de dos meses, si tendremos pacto de gobierno y sobre todo, Gobierno, o si habrá que volver a las urnas en marzo, Catalunya votará antes en las generales del 20-D. A lo importantes que son los votos catalanes -en cuanto a número de diputados y al papel de muleta que a menudo jugó la desaparecida CiU - para formar mayorías en el Congreso, se suma esta vez la lectura estrictamente catalana de los resultados. El 20-D puede acabar condicionando también el futuro del 'procés'. Si incierto es el resultado en el conjunto de España, no lo es menos en Catalunya. donde los sondeos coinciden -con matices- en que cinco fuerzas están en un pañuelo y solo queda descolgado el PP, que al desgaste  de la crisis y la corrupción suma el inmovilismo en la cuestión catalana.

Tres frentes tendrá esta disputa. El independentismo se presenta esta vez en dos listas separadas: ERC y Democràcia i Llibertat (DLL), envoltorio de transición en el que se cobija la mutante CDC. Pese al pacto tácito de no agresión entre ambos, el resultado puede influir en el futuro de Mas si el acuerdo de gobierno con la CUP no esta cerrado antes y los republicanos le ganan la mano en las urnas. En el campo de quienes no quieren oír hablar romper con España (con sus distintas fórmulas), Ciudadanos parece confirmar la primacía que logró en septiembre, y el PSC ratificaría el fin de la caída que paró en las autonómicas.

En el tercer ámbito, la sorpresa es la coincidencia en los buenos resultados de En Comú Podem (la alianza de Podemos e ICV entre otros) donde esta vez sí se implica el movimiento de Ada Colau, y receptor también  de buena parte del voto CUP. La izquierda partidaria de la consulta presenta su alternativa a ganar en Catalunya, cuando a su referente Podemos se le augura la cuarta plaza en toda España. De confirmarse, la vuelta al capítulo del referéndum acordado, la reivindicación que más une a los catalanes (siempre por encima del 70%), ganaría enteros. El viernes pasado, al inicio de la campaña, Pedro Sánchez, líder del PSOE, se mostraba en el coloquio Primera Plan@ dispuesto a hablar con el presidente de la Generalitat que sea para terminar con la desconexión en el diálogo y tratar de hallar soluciones mediante reforma constitucional. No hay duda de que el 20-D condicionará y mucho lo que pase en Catalunya.