tú y yo somos tres

El gallo eurovisivo, y el lapo de Apeles

ferran Monegal

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La única ventaja de este Festival de Eurovisión que acaba de concluir es que, en vista de que España ha quedado la última, TVE-1 ha decidido ahorrarnos aquel programita que solían hacernos después. Llevaba por título 'Objetivo Eurovisión'. Y casi siempre lo conducía <b>Anne Igartiburu</b>. Era una cosa tan triste, tan ramplona, tan falsa, tan postiza, que a los espectadores se nos ponía la cara colorada de pura vergüenza ajena. Este año, repito, al menos nos han evitado este trago tan esperpéntico y a la vez ridículo. Sobre la actuación de Manel Navarro quiero advertir que su gallo vocal, que ya ha dado la vuelta al mundo con estrépito risible, ha sido al menos un gallo limpio. Los foniatras, los logopedas y los correctores de distrofias de la voz advierten que un gallo puede ser pulcro o puede ser sucio. El de Navarro ha sido pulcro. Yo diría que hasta honesto. Le ha salido a su pesar. Sin intención. Y sobre todo sin acompañamiento salivar añadido. A esa misma hora en que esto sucedía en Kiev, en el plató de 'Sábado Deluxe' (T-5) tuvimos el ejemplo contrario. Salió el padre <b>Apeles</b> y comenzó a lanzar gallos infectos y sucios. O sea, gallos con acompañamiento de lapos, escupitajos y esputos. Le preguntaron, por ejemplo, sobre el Valle de los Caídos, y soltó por su boquita que los que trabajaron en su construcción: «Eran gente que redimían sus penas y además trabajaban cobrando, ¿eh? ¡Cobrando un sueldo! Muchos de ellos al terminar volvían a reengancharse voluntariamente». También habló de las fosas que almacenan muertos sin identificar de la guerra civil. Decía que ese tema ni tocarlo, que ya se solucionó en la Transición. O sea, las familias de los muertos que se olviden. Y Pilar Rahola protestaba y le gritaba: «Eres un fraude. Eres miserable. Te estás riendo de las víctimas». En efecto, los gallos de la canción que interpretó Apeles en T-5 llevaban materia pútrida añadida.

Fue al programa a contar que se ha reconciliado con la Iglesia. Al parecer lo tienen en Bolonia, recogido, a condición de que se mantenga apartado de los medios de comunicación. Hombre, yo creo que ha reaparecido porque no puede vivir fuera del circo. Le preguntó J. J. Vázquez, mirando ese alzacuello que no se quita nunca y que usa como gancho televisivo: «¿Y Dios? ¿Ha pasado a ocupar el segundo o tercer lugar en tu escala de valores?». Me parece que el Dios que adora Apeles no es precisamente el Dios del que nos hablan en la Biblia.