Debate soberanista

La fraternidad de los 'comuns'

El éxito en las municipales, con Ada Colau como alcaldesa, es lo que da consistencia a un discurso un tanto naíf

Xavier Domenech

Xavier Domenech / periodico

JOAQUIM COLL

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El proceso de fusión del conglomerado de los 'comuns' en un nuevo espacio político merece máxima atención. Es la operación más importante que registra la izquierda catalana desde la unidad socialista que dio lugar al PSC-PSOE en 1978. Su arquitecto es el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, que pretende vertebrar una alternativa para las clases populares desde una retórica anticapitalista pero sin renunciar a muchas de las fórmulas socialdemócratas de gestión pública.

La tesis principal es que vivimos una crisis global, particularmente aguda en España, que permite construir una nueva hegemonía social, cultural y política. El éxito en las municipales del 2015, con Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, es lo que da mayor consistencia a este discurso un tanto naíf que pretende aunar a sectores muy heterogéneos.

SIN PEDAGOGÍA

La implosión del sistema de partidos en Catalunya ha abierto la posibilidad de consolidar un nuevo espacio que, para Domènech, no puede ser independentista por dos motivos. Primero, porque se niega a aceptar el discurso supremacista, según el cual el resto de España es irreformable mientras los catalanes, por extrañas razones, somos mejores. Y, segundo, porque no quiere renunciar a la fraternidad por cuestiones identitarias. El problema es que nadie en los 'comuns' hace pedagogía de ello y, para no ser menos, se declaran «soberanistas de todas las soberanías posibles», lo cual es bastante pueril.

El acorralamiento al que ahora Junts pel Sí les somete con el referéndum unilateral es otra demostración de que si la izquierda no rompe con las ideas del nacionalismo, como el tramposo derecho a decidir, acaba en posición subalterna. Sobre la imposibilidad de la secesión es muy oportuna la reciente sentencia del Constitucional alemán sobre Baviera. Domènech, aunque se contradice en sus declaraciones, es consciente de ese riesgo. Por eso el martes pasado intentó crear un cortafuegos exigiendo la convocatoria de elecciones. Es un golpe efectista pero baldío si los 'comuns' no hacen bandera del valor de la fraternidad.