PEQUEÑO OBSERVATORIO

La gran sorpresa del Papa

La revolución de Francisco, con su plan de reformas en la curia vaticana, es la más audaz de los últimos siglos

Papa Francisco

Papa Francisco / periodico

Josep Maria Espinàs

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La gran sorpresa para mí de estos días de Navidad es la que nos ha llegado desde el Vaticano. Porque el Papa ha hablado con una contundencia inesperable. Pienso que nunca, seguramente, un Papa ha decidido denunciar las resistencias a su plan de reformas. Incluso ha llegado a decir que sus propuestas han sufrido una resistencia «malévola». Es una crítica muy dura. Me parece que sin precedentes. Porque es muy fuerte decir lo que ha dicho: que la resistencia a los cambios está inspirada por el demonio.

Los vaticanistas tradicionales han quedado horrorizados. Ya es sabido que la curia romana –o al menos parte significativa de ella– no es partidaria de evolucionar. Previendo la oposición que despertarán sus planteamientos, el Papa cree exigible una purificación de las estructuras burocráticas –y en el fondo mentales– que dominan una parte de la curia. El Vaticano es un Estado. Con un secretario de Estado. Con una agencia de noticias y un periódico. Y una relación diplomática establecida con unos 90 estados. También tiene observadores en la ONU. Y como cualquier estado, emite moneda.

LIMPIAR LA CURIA ROMANA

Debo hacer constar que no soy un anticlerical absoluto. He conocido curas que han llevado a cabo una actividad socialmente generosa, y son fieles a sus votos. La persecución que sufrieron muchos curas en Catalunya, durante la guerra civil, fue terrible y lamentable. Ahora no existe la persecución sistemática de sacerdotes, pero el Papa ha creído oportuno limpiar la curia romana. Demasiada codicia en algunos de sus miembros y poca ejemplaridad moral.

Parece que Francisco quiere hacer una revisión de la conducta de los cardenales. Amigos lectores, hoy hay un grupo de revolucionarios por todo el mundo. Pero me atrevo a decir que la revolución de Francisco es la más audaz que se ha producido en los últimos siglos. Y difícil. Algunos poderosos ya deben preparar la derrota del Papa imprudente.