UNA ELECCIONES TRASCENDENTALES

Francia sale al rescate de Europa

La previsible victoria del centrista Macron en la segunda vuelta constituye la mejor noticia de los últimos meses para la UE

Seguidores de Macron celebran los resultados de la primera vuelta, en París, el 23 de abril.

Seguidores de Macron celebran los resultados de la primera vuelta, en París, el 23 de abril. / periodico

ANDREU CLARET

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Un hombre de 39 años, que no pertenece  a ninguno de los dos partidos que han gobernado Francia en los últimos 50 años, será el próximo presidente de este país. Me parece el dato mas relevante de la primera vuelta de las elecciones francesasLa victoria del centrista Emmanuel Macron ha hecho trizas el sistema de partidos de la quinta república. Si a esta victoria le sumamos el segundo puesto obtenido por la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, la derrota de la derecha tradicional, la emergencia de una nueva fuerza izquierdista y la laminación del candidato socialista, tenemos la medida de los cambios que ha experimentado el sistema.

Estos cambios constituyen un auténtico terremoto. Y como ocurre con los seísmos que ocurren cerca de las placas tectónicas que cruzan la Península Ibérica, no estaría mal que nuestros políticos los analizaran. Para descubrir movimientos subterráneos que afectan toda la política europea.

1. Un malestar profundo y transversal. De los cuatro primeros candidatos, tres acudieron a la contienda con críticas al sistema vigente y la promesa de renovarlo. Desde un pensamiento liberal, Macron ha conseguido su hazaña expresando una voluntad de renovación generacional y moral de la política francesa que han comprado las clases medias urbanas. Marine Le Pen ha obtenido su mejor resultado sumando la Francia rural más reaccionaria a la desesperación de una parte de la clase obrera. Al estilo de Donald Trump.

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Para alcanzar el cuarto lugar, Jean-Luc Mélenchon ha sumado parte del voto comunista (aquel que no ha migrado hacia Le Pen), al de muchos votantes socialistas descontentos con el tándem Hollande-Valls. También ha conseguido motivar jóvenes indignados que no suelen votar. Entre los tres, suman más del 66% del voto. Entre los tres han dinamitado un sistema que estaba entre los más longevos de Europa. Aviso a navegantes. Y una última paradoja: la dimensión de este malestar contrasta con la laminación del Partido Socialista que obtiene sus peores resultados históricos.

ANDANADA CONTRA EL RÉGIMEN

2. El populismo recorre Europa. Los resultados confirman que el fantasma que hoy recorre Europa no es el del comunismo (ni el de la socialdemocracia), sino el de los populismos. Juntos, Le Pen y Mélenchon superan el 41% de los votos, algo inédito para dos candidatos que están en las antípodas en muchos temas pero coinciden en su andanada contra el régimen. Ambos han hecho una campaña contra ‘la casta’ francesa, contra Europa y contra la globalización, que los franceses llaman 'mundialización'. Lean algunos discursos de Marine Le Pen sin escuchar su voz ni ver su figura de Juana de Arco y verán como muchas de sus opiniones son atribuibles a Mélenchon. Y viceversa. Ambos pretenden hablar en nombre de los casi cinco millones de parados y de los nueve millones de pobres con los que cuenta Francia. Ambos atribuyen los males de Francia a Bruselas y al FMI. Y ambos consideran que Macron es un candidato del CAC40 (el Ibex 35 francés). Si el voto de la mala leche no se hubiera dividido entre los extremos, el Iglesias francés hubiese pasado a la segunda vuelta. Y si Mélenchon no existiera, Le Pen podría ser presidenta.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El ganador\u00a0","text":"el momento delicado que vive Europa"}}3. Gana Europa. Pierden Putin y Trump. Macron es el primer candidato a unas presidenciales que ha exhibido la bandera de la Unión Europea en sus mítines. Algo excepcional para un país como Francia que suele atribuir a Bruselas el origen de muchos de sus males, aunque sea el mayor beneficiario de su política agrícola. El ganador ha renunciado a utilizar el momento delicado que vive Europa para hacer demagogia nacionalista como han hecho todos los demás candidatos. Todos.

Y se ha alineado con Merkel frente a quienes han preferido tontear con Washington o Moscú. Le Pen, Mélenchon e incluso Fillon eran candidatos bien vistos por Putin. Por razones diversas, pero con un mismo propósito que anima el Kremlin: debilitar Europa. Sabido es que Trump y Le Pen comparten algo más que el rubio platino de sus cabelleras. Con tantos guiños a los enemigos de Europa en la primera vuelta se entiende que Bruselas se haya levantado hoy más aliviada. Tras el 'brexit' y las malas noticias que llegan a diario de la Europa del Este, la previsible victoria de Macron constituye la mejor noticia de los últimos meses para la UE. Permitirá recomponer un eje Berlín-París sin el cual la Unión Europea tendría los días contados.

LOS VOTANTES DE LOS DEMÁS PARTIDOS

4. Una segunda vuelta fascinante. Los primeros sondeos le atribuyen a Macron, en la segunda vuelta, más del 60% y a Le Pen menos del 40. Y sin embargo la contienda presenta interrogantes de gran interés. Le Pen ha conseguido más de 7,5 millones de votos. Un récord para la extrema derecha. ¿Hasta dónde puede llegar en una segunda vuelta donde Macron pasará a ser el candidato del sistema y ella la única alternativa para todos aquellos que quieren cargárselo? Ella, y solo ella, será ahora la única candidata del ‘malaise’. Esconderá su condición extremista xenófoba y subrayará su talante radical. ¿Cómo se comportaran ante este dilema los votantes de los demás partidos?

Los socialistas han sido los primeros en llamar a votar por Macron. Tras la debacle no podían hacer otra cosa. Muchos líderes de la derecha clásica también lo han hecho, pero falta ver cuántos de sus votantes se dejan seducir por el nuevo 'look' de Le Pen, muy distinto del de su padre en el 2002. Algunos pueden abstenerse. ¿Y los votantes de Mélenchon? Es el interrogante de mayor interés. Para Francia, y para todos los países donde el populismo está en alza. ¿Prevalecerá la tradición del ‘no pasaran’ o el ramalazo populista que puede llevar a pensar que cuanto peor, mejor? Que lo importante es hacer estallar el sistema, aunque sea aliándose con el diablo. La ambigüedad calculada de Mélenchon durante la noche electoral no despejó la duda.