Forenses ante cuerpo huidizo

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Yen vista de que doña Remedios Torres, mamá de la Campanario y suegra de Jesulín, no contestaba a las preguntas que le hacían, respondía con evasivas, esquivaba, toreaba y se escabullía, Jorge Javier Vázquez se levantó de pronto de la silla, muy irritado, y le dijo: «Basta ya de tu cinismo. A ti te la suda y te importa tres cojones. Te importa ganar pasta, la hipoteca de tu hijo, y a tomar por el culo. Eres una indecente». Y doña Reme, sin perder la calma, contestó: «No me faltes al respeto que eso lo tengo yo por contrato». Y entonces Jorge Javier acabó de estallar del todo y le soltó: «Pues entonces no vas a cobrar, porque tú nos estás faltando el respeto a nosotros. ¡No mientas tan descaradamente! ¡No sigas manteniendo esa máscara! ¡Di alguna verdad! ¡No nos subestimes tanto!», y el cabreo en aquel plató era colosal y superlativo. Hombre, este lance que ocurrió la madrugada del sábado en el Deluxe (T-5) es interesantísimo.

Permite dos aproximaciones sugestivas. Una: la irritación del presentador y sus colaboradores es comprensible. Imagínense que una escuadra de forenses del Hospital Clínic se dispusieran a practicar  una autopsia, y cada vez que se acercasen con el bisturí, la sierra o el martillo, el cadáver se moviera y esquivase la acción de los especialistas. ¡Ah! Sería exasperante. Sería para dejar los trastos y salir a toda pastilla.

Y dos: constata este lance que las criaturas que contrata Tele 5 para que se sometan a una autopsia, dado que son cadáveres vivos, aguzan cada vez más el ingenio y preparan estrategias escapistas para evitar que los forenses les pinchen sus órganos más íntimos. ¡Ahh! A partir de ahora, la parte contratante deberá introducir una nueva cláusula a la parte contratada. A saber: el cadáver deberá estarse quieto todo el rato, sin moverse. De otra forma el virtuoso arte forense carecería de sentido.

EL VIDEO DE BÁRCENAS.- La grabación de Bárcenas en la cárcel, emitida por La Sexta, ha generado mucha excitación. A los que esgrimen que se ha violado su intimidad cabe advertirles que el lugar de la grabación ha sido en una cárcel. Y una cárcel es un establecimiento público que pagamos todos. No hemos visto ni una sola imagen en su celda. Todas son en lugares comunes. La legislación exige un permiso para grabar en la cárcel. En ese sentido hay transgresión. Pero no estoy seguro si esta prohibición es para proteger a los presos, o para evitar que veamos las diferencias de favor que allí existen.