Fin de época

La desaparición de Adolfo Suárez no por esperada deja de ser histórica. Pocas veces un gobernante con solo cinco años en la primera línea política acumula tantos titulares: último ministro secretario general del Movimiento Nacional, primer presidente nombrado por el Rey, impulsor de la reforma política, autor del haraquiri de las Cortes franquistas, impulsor de la legalización del Partido Comunista, ganador de las primeras elecciones democráticas tras la guerra, hacedor de los pactos de la Moncloa, padre de la Constitución, vencedor de las primeras elecciones constitucionales, víctima de una trama de conspiraciones y héroe del 23-F. Suárez lo fue todo para los que hoy tienen más de 50 años y casi nada para los que aún no los han cumplido. Así es España y así es la historia.

Hombre de promesas solemnes y pactos imposibles, logró tantos consensos como odios llegó a acumular. Los militares más intransigentes siempre consideraron que les engañó con Carrillo, mientras que Tarradellas pasó a la historia por haberle engañado, entre otras cosas.

El protagonista y la trama

La red debatió este viernes un asunto interesante a propósito de Suárez replicable a casi todos los personajes históricos: ¿hubiera sido otra la trama con otro protagonista? La capacidad comunicativa y la habilidad táctica de Suárez hicieron realidad la hoja de ruta escrita por Torcuato Fernández-Miranda por encargo del Rey. Junto a esas primeras figuras nadie duda de que la transición hubiera sido otra con alguien que no fuera Carrillo al frente del PC, sin González llevando al PSOE del exilio a la socialdemocracia, sin Pujol haciendo de pequeño estadista, sin Tarancón fumándose el Vaticano II o sin Gutiérrez Mellado cogiendo a los militares golpistas por la solapa. Pero fue Suárez quien hizo sonar la orquesta con la partitura que posiblemente habían escrito otros y al final fueron otros los que cobraron los derechos de autor del gran éxito.

Dicen en la red que hay que contemplar la posibilidad de que la historia con otro hubiera ido mejor. La inoperancia actual de los sucesores de aquella banda demuestra que podría haber ido mucho peor.