El filete ruso y la hamburguesa

Lo sorprendente no ha sido que en el último 'Top Chef' (Antena 3 TV) a los cocineros les hayan hecho preparar hamburguesas. Lo asombroso es que el programa lo hayan escenificado en un McDonald's. ¡Ah! Intuyo que esta firma de comida barata y rápida les habrá soltado un detallito económico. La publicidad ha sido enorme. Los cocineros prepararon hamburguesas gloriosas. Carne de vacuno, fresca, aderezada con mil ingredientes. Queso de Torta del Casar, rúcula, soja, jengibre, espinacas, higos, setas, maíz, piñones... Hombreee, ¡qué espectáculo gastronómico! Comprendemos perfectamente que Chicote hincase el diente con una gran satisfacción. Convendría recordar ahora que la hamburguesa no la inventaron ni el señor Burger King ni el señor McDonald. La tomábamos en casa, y en millones de hogares, y lo llamábamos bistec ruso, o filete ruso. Lo comíamos en el plato, no en plan bocata entre dos rebanadas. El secreto era comprar buena carne, hacerla picar y, luego, en cada casa se le daba forma y se cocinaba a su gusto. Carme Ruscalleda, por ejemplo, prepara unos filetes rusos con carne de manitas de cerdo que son para chuparse los dedos. Y como ya dijo hace tiempo el gran Ferran Adrià: «Un buen cocinero haría excelentes hamburguesas para McDonald's, pero subirían de precio». O sea que el secreto del 'fast food' es ser 'barato food': pocos ingredientes, de escaso valor y de fabricación automática y en cadena. Hace unos meses, cuando Jorge Javier Vázquez se quejó airadamente de que la Academia de Televisión no le daba ningún premio, advertí desde aquí que eso era como si los señores Burger King y McDonald pidieran que les diesen una estrella Michelin. Sería insólito. Ahora los grandes cocineros de 'Top Chef' se han sumergido en el 'barato food', y ha resultado una estrategia luminosa. Sus hamburguesas eran otra cosa.

LA ASPIRINA.- La entrevista que le hizo Ana Pastor ('El objetivo', La Sexta) a Arturo Fernández ha confirmado el repelús que este personaje provoca. Consejero de Caja Madrid y Bankia, capitoste de la CEOE y de la CEIM, gastaba el dinero a chorros usando la opaca 'visa negra'. Le preguntó Ana, sorprendida: «Restaurantes, tiendas de lujo, Benetton, Carolina Herrera... ¡hasta 116 y 124 euros el mismo día en la farmacia!». «Es que necesitaba una aspirina», contestó con una jeta inmensa. ¡Ahh! Consuela pensar que este elemento necesita más de 200 euros al día en aspirinas para calmar sus dolores de cabeza.