Dos miradas

Fiebre V

JOSEP MARIA FONALLERAS

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El vendaval patriótico de la V ha generado una curiosa corriente de aire que consiste en cambiar los nombres de batalla de Twitter para incorporar la uve como reclamo, como orgullosa marca soberana y también como promoción del 11 de septiembre. Hay casos en los que simplemente se destaca la V: el científico y novelista SalVador Macip lo escribe en mayúscula, mientras que el periodista Germà Capde-V-ila la destaca entre guiones. Hay casos en los que se apuesta por la grafía de origen latino, como el del escritor Màrius Serra, que sustituye a la U por una V -MariVs Serra-, adquiriendo así una noble resonancia clásica.

Hay gente, sin embargo, que no tiene ninguna U en casa. En este caso, tienen que recurrir a la introducción un poco forzada de la V, lo que, honestamente, despista un poco. Así, el compañero columnista Toni Aira se convierte en Toni Aiva y la cineasta Isona Passola es ahora Vassola. Finalmente, hay quienes tienen una B y cambian la alta por la baja, la uve. El economista Germà Bel se muta en Vel, y el humorista Toni Albà, en Alvà. Y me dejo los que no tienen más opción que añadir una V al principio del nombre. Es el caso de una chica que se llama Elena y que pasa a ser VElena, sin manías.

Yo creo que la campaña no será un éxito hasta que no se apunte Bibiana Ballbé. El día que veamos un tuit moderno y atrevido firmado por Viviana Vallvé, ese día la V será imparable. Será brutal, que diría ella misma.