DOS MIRADAS

Fidel, mortal

La condición de inmortal entraba en los planes del Comandante, pero no, el también tenía los días contados

Fidel Castro

Fidel Castro / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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El gallego fue al fin mortal, que era algo que se daba por supuesto pero que no entraba precisamente en los planes del Comandante. Y puede que no entrara tampoco en las mentes de quienes rindieron tributo a las cenizas que recorrieron media isla hasta llegar a Santiago, en una marcha inversa a la que hicieron los barbudos en 1959.

Los cachondos de 'El Mundo Today' titularon: 'El cadáver de Fidel Castro reaparece para desmentir los rumores de su muerte', una manera gráfica de expresar lo que los militantes castristas y el pueblo enfervorizado proclamaban durante la caravana mortuoria: "Fidel vive". 

Más allá de las botellas de champán francés que se descorcharon en Miami (alguien les tendría que recordar que si un dictador muere en la cama resulta que fallece como dictador en su dictadura), y más allá de los bailes que se montaron para celebrar el deceso, conviene tener en cuenta que este señor sobrevivió a todo un equipo de baloncesto de presidentes norteamericanos –con reservas incluidos– y que por poco no adquiere la condición de inmortal, algo que entraba en los planes del Comandante.

Viaje a los infiernos

Estábamos tan acostumbrados a su uniforme verde oliva y a sus estrambóticos chándales que ya le veíamos como el primer ejemplo humano capaz de superar el duro trago del viaje hacia los infiernos. Pero no. Fidel también tenía los días contados.