El feroz instructor

Su método lo explica gritando y gesticulando a cara de perro: «Quiero máquinas. Quiero bestias. Construyo animales. ¡Quiero monstruos!». Su estilo es una mezcla de pandillero de barrio e instructor de películas de boinas verdes. Su receta: «Pescado, agua, ensalada, y... ¡nada de sexo!». Y el plan de trabajo es hacer de la calle un gimnasio y utilizar todos los elementos que encuentra -desde un banco hasta un barril de cerveza- para que sus alumnos hagan ejercicio continua y trepidantemente. Se llama Osmin. Nos lo presentan como un cubano que llegó a Estados Unidos en plan balsero. Asegura haber sido entrenador de Mickey Rourke y Matt Damon. Al margen de su teatral ferocidad, y de sus archiconocidos y agresivos métodos, su posturismo es inofensivo completamente. Juega un rol parecido al de Hermano mayor, intentando redimir por la vía del sufrimiento a todo aquel que se le acerca. Lo mismo te hace destrozar un vehículo a golpes, que tirar a patadas una pared. Me gustaría conocer la opinión del algún licenciado del INEFC sobre estos métodos de instrucción física, tan pasados de rosca. El propósito es impactar a la audiencia. Pero lo consigue poco. El cine, desde Oficial y caballero (1982), ya nos ha ofrecido muchas variantes sobre el tema del cafre instructor. Al final, la truculencia se transformó en charlotada: como premio a tan bestial entrenamiento, regaló a su pupilo un traje de centurión romano, con su espada de plástico y su escudo de juguete, de esos que piden los niños a los Reyes Magos. O sea, después de sufrir, un toque de comedia.

PATXI Y ANA .- En El objetivo (La Sexta), Ana Pastor ha entrevistado a Patxi López. El político, parapetado y  esquivando respuestas, no hubo forma de que se mojase. «¿Se va a presentar a las primarias? ¿Sí o no? / Ahora no le puedo decir sí o no / ¿Cuántos candidatos cree que se presentarán? / Un número razonable / ¿Quiere que se presente Rubalcaba? / Eso tiene que decirlo él / ¿Quiere que se presente Madina? / Es su decisión personal». ¡Ahh! Pero cuando le preguntó por Carme Chacón, contestó: «Parece que tiene interés. Sus apariciones son muy estratégicas». Hombre, qué lastima que mi admirada Ana Pastor no tirase de ese hilo. Después de tanto hermetismo, que Patxi López diga de Carme Chacón que sus apariciones obedecen a pura estrategia era para seguir ahí y sacar petróleo.