La familia Ulises en Benidorm

Agosto de 1985. La familia Alcántara se va a veranear a Benidorm. ¡Ahh! Ahora que Ediciones B acaba de sacar el delicioso álbum recopilatorio del TBO, estos Alcántara de Cuéntame cómo pasó (TVE-1) se parecen cada vez más a La familia Ulises, aquella troupe que dibujó con tanto éxito el menorquín Marino Benejam -con guiones de Joaquín Buigas- y que hicieron las delicias de nuestra ingenua infancia y primera juventud.

Formaban una familia cursi, católica y sentimental aquel grupo encabezado por don Ulises Higueruelo; su esposa, doña Sinforosa; sus tres hijos, Lolín, Merceditas y Policarpito; la abuela Filomena y el perrito Treski. Estos Alcántara de TVE-1 son clavaditos. Solo les falta el perrito. O sea, que Cuéntame se está transformando cada vez más en el suave culebrón de una familia, muy bien interpretado y guionizado, todo sea dicho.

Ahora acaban de descubrir Benidorm, porque Miguel y Paquita se han instalado allí a todo lujo. Regentan un restaurante para turistas finos. Miguel ameniza los postres haciendo de chansonnier, y les canta La mer, de Charles Trenet, y cosas así. A pesar del cochazo, el chalet con piscina y los criados filipinos, Miguel se coloca un canotier, se transforma en el Maurice Chevalier de las paellas con marisco, y cree que así revive sus años en París, cuando era revolucionario y bolchevique. Su hermano Antonio, partiéndose de risa, le dice: «¡Un comunista como tú en un Mercedes!».

Y Miguel se enfada mucho y le contesta: «¡A ver si te crees que Fidel Castro vive en una chabola!», mientras Merche, la abuela Herminia y su nieta María se rebozan en la arena de la bahía y suena Mami qué será lo que quiere el negro, de Georgie Dann, por la megafonía. ¡Ahh! La audiencia acompaña bien, con buenos índices, este giro de Cuéntame hacia la telenovelita. Como en 1945, cuando no había tele todavía y nació La familia Ulises.

THE WALKING DEAD 

Han aparecido en <i>El hormiguero</i> (Antena 3) dos protagonistas de <i>The Walking Dead</i>: el malo Negan y el bueno Daryl Dixon (Jeffrey Dean Morgan y Norman Reedus, respectivamente). Para ambientar el plató, Pablo Motos montó una coreografía de zombis ensangrentados y mordedores. Le ha salido una sesión gore-infantil muy conseguida. Es curioso, el malo Negan, que va siempre con un bate de béisbol machacando cabezas de transeúntes, resulta que en la vida real, en Nueva York, tiene una tienda de chuches para los niños. ¡Ahh! Detrás de un malo de ficción siempre hay una criatura buenísima. En la vida real eso no ocurre nunca.