El éxtasis de la tiradora

Aborda Tele 5, dicen que por primera vez en la historia del telehipódromo nacional, una serie bélica con los Boinas Verdes españoles como protagonistas de la acción (Los nuestros). Han buscado actores potentes para hacer de soldaditos, como Hugo Silva, que interpreta a un capitán muy atractivo; o Blanca Suárez, tiradora de elite. La historia se basa en el secuestro de unos niños por parte de una célula yihadista, en Mali, y los virtuosos y aguerridos esfuerzos de este comando español para rescatarles. O sea, misión de salvamento. Reconozcamos que los efectos especiales están bien conseguidos. Queda superada aquella etapa de series españolas en que las explosiones y las voladuras parecían construidas por la asociación pirotécnica que se encarga de incendiar los ninots de las Fallas de Valencia. Por ahora, la víctima que más nos ha dolido, abatida por un Boina Verde, ha sido una pobre cabra que circulaba por allí. No habíamos sufrido tanto desde los tiempos de las cabras del peñasco Perejil. Más excitante ha sido en cambio la jornada de entrenamiento de la tiradora Blanca Suárez. Excitante no solo por su colosal puntería, sino porque a cada disparo acariciaba el lomo del fusil con un placer que la estremecía. Entrecerraba los ojos, entraba en un éxtasis profundo y decía: «Me encanta, me encanta ese sonido». ¡Ahh! A cada bala disparada parecía poseída de una delectación muy íntima. Después de este primer capítulo han emitido un reportaje sobre el Ejército de verdad, los que se juegan la vida en serio cada día. Por ejemplo, en el Puesto 4:28, en la llamada blue line, entre Líbano, Israel y Siria. Nos recordaron que cerca de allí murió, el pasado 28 de enero, el cabo Francisco Javier Soria, abatido por una torpe maniobra del ejército israelí. Este reportaje-verité, en casa, nos ha interesado más que la teleserie. En la blue line no hay teatro. Allí los nuestros adquieren todo su valor. Y les quitan la vida.

QUERALBS .- El itinerante Quim Masferrer (El foraster, TV-3) se ha ido a Queralbs. Celebro que en sus paseos por este municipio no se haya olvidado de enseñarnos la famosa casa de los Pujol-Ferrusola. Y que lo haya hecho con sarcasmo. Decía: «A esta familia le gusta la montaña: el Pirineo, Andorra... Suiza». ¡Ah! Por la vía del humor al menos encontramos en TV-3 algún lugar -como también en Polònia- donde no practican el bochornoso silencio, o la manipulación propagandística. Aleluya.