EDITORIAL

El éxito de Putin con el alto el fuego en Siria

El mero anuncio del alto el fuego en Siria es un gran triunfo para el líder del Kremlin que ha logrado lo que EEUU no ha sido capaz de hacer

Una familia siria llega a Turquía a través de la frontera de Cilvegozu.

Una familia siria llega a Turquía a través de la frontera de Cilvegozu.

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Todos los intentos de parar las armas en Siria han fracasado, incluso el alcanzado en septiembre entre Estados Unidos y Rusia para permitir la llegada de ayuda humanitaria a Alepo. El anunciado por Rusia y Turquía entre el régimen de Bashar el Asad y los rebeldes tiene más posibilidades de prosperar dado el cambio en la correlación de fuerzas sobre el terreno tras la conquista de aquella ciudad martirizada por el Ejército sirio con la ayuda imprescindible de fuerzas militares rusas. El Gobierno de Damasco ha logrado su mayor victoria en esta guerra que va ya por su sexto año. Las distintas fuerzas de la oposición han perdido capacidad de actuación tanto sobre el terreno como en la mesa de negociación.

El mero anuncio del alto el fuego es un gran triunfo para Vladimir Putin que ha logrado lo que EEUU no ha sido capaz de hacer. Tras años de aislamiento, el líder del Kremlin se ha alzado así en el hombre indispensable en el tablero internacional en un conflicto tan correoso y con tantas aristas como la guerra de Siria. Han quedado excluidos expresamente del acuerdo los grupos yihadistas como Estado Islámico, lo que hace prever la continuación de la violencia en determinadas zonas, pero tampoco está claro que los grupos firmantes del acuerdo de alto el fuego, que debería ser el prólogo a un acuerdo de paz, tengan los mismos intereses. En todo caso, el acuerdo anunciado ahora llega después de 300.000 muertos, 10 millones de desplazados y un país en ruinas.