Exceso de estímulos

En el canal de series se me acumulan historias que no sé cuándo podré ver

RAMÓN DE ESPAÑA

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Antes de instalar en mi casa Movistar Plus, mi vida doméstica audiovisual era mucho más sencilla. Ojeaba en la prensa la programación de los canales gratuitos y, tras comprobar que lo que proponían era lamentable, me ponía un DVD y santas pascuas. Si me notaba el cerebro demasiado embotado para disfrutar de alguna obra maestra del séptimo arte, era capaz de tragarme hasta el Sálvame de Luxe, programa cuyos responsables y presentadores son de una honestidad apabullante: tú te sientas frente al televisor y ellos te embrutecen a conciencia durante las horas que necesites para quedarte sopas en el sofá.

Pero desde que disfruto del maldito Movistar Plus esto es un sinvivir. Solo en el canal de series, se me acumulan historias que no sé cuándo podré ver. Intuyo que necesitaría un par de reencarnaciones para lograrlo. Me dedico a grabar cosas para las que tampoco encuentro el momento de disfrutar, así que empiezo a parecerme a esos tarados de los que tanto me reía y que presumían de haberse bajado a la tableta 7.000 libros que nunca leerían. A mi manera, soy hombre de orden: veo la tele de diez a doce y, ya en la piltra, leo hasta las dos o las tres. El primer damnificado es la lectura, pues cuando me engancho a una serie, me dan las tantas y a duras penas consigo llegar al sobre sin quedarme frito por el pasillo. Me temo que esto no es vida, pero, al mismo tiempo, cuando algo se descuajeringa -ya voy por el tercer descodificador, pues Movistar ha introducido en su mundo de ilusión algo muy español, la chapuza-, me siento tan desamparado como cuando no me va internet o se me subleva el Whatsapp. Lo reconozco: me he convertido en uno de esos individuos que no puede vivir sin cosas que durante años se le antojaron superfluas.

Cada día me asomo a la tele con sentimientos encontrados. Vi que se acerca la segunda temporada de Fargo Fargoy me llevé un alegrón. Pero acto seguido, mi ánimo se ensombreció: si la pongo a la cola de las series pendientes de ver, le tocaría la posición número 14.