'Astral' habla de nosotros

El documental de Évole es un espejo frente a los europeos, que lloramos por los refugiados pero votamos a los gobiernos que los abandonan a su suerte

Dos mujeres con un bebé son rescatados frente a la costa de Libia por la ONG Proactiva Open Arms, el 28 de agosto.

Dos mujeres con un bebé son rescatados frente a la costa de Libia por la ONG Proactiva Open Arms, el 28 de agosto. / periodico

ENRIC HERNÀNDEZ

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Quienes este miércoles paguen una entrada solidaria para ver 'Astral' en la gran pantalla'Astral' o el domingo se sienten ante el televisor que no esperen una película de acción. El documental dirigido por Jordi Évole prescinde de artificios dramáticos para captar a la audiencia, e incluso se arrellana en la pausa narrativa adentrándose en un discurso intimista. No, la producción de 'Salvados' 'Salvados'es un ejercicio periodístico sobrio, sin concesiones al 'share'. Solo eso, que no es poco.

La trama finge tomarnos de la mano para relatarnos las vicisitudes de Proactiva Open Arms y Òscar Camps, merecedor por sí mismo de un 'biopic'. La visión de cadáveres varados en las playas griegas, el viaje a Lesbos, la impotencia de saber que solo una minoría de los refugiados sobrevivía a los naufragios, la aparición del magnate que presta su embarcación de lujo para salvar la vida a los pobres, los primeros rescates frente a la costa libia... Todo ello es cierto, ha sucedido y sigue sucediendo en el Mediterráneo, pero el documental se sirve de esa realidad tangible para acercanos a otra tan terrible que ni siquiera podemos imaginar.

EL TRECHO POR RECORRER

La verdadera alma del filme es el semblante aterrorizado de los seres humanos que han sobrevivido a un verdadero infierno y sueñan, a menudo en vano, en una vida en paz. Son las esperanzas de una mujer exhausta pero consciente de que, aunque quizá Europa no sea su Tierra Prometida, sí puede serlo para la chiquilla que tiene entre sus brazos. Es el rostro del joven que lo perdió todo en la guerra, que cruzó el continente durante año y medio, pagó lo que no tenía a la mafia para embarcar en una lancha a la deriva y ahora, creyéndose ya a un paso de Europa, descubre en el mapa el trecho que aún le queda por recorrer. Y eso, sin intuir qué le espera a la llegada.

'Astral' nos habla de una Europa que cierra los ojos ante la barbarie. Que niega el salvavidas al náufrago. Que levanta vallas, cerca campos de internamiento y deporta sin escrúpulos. Sí, 'Astral' habla de nosotros, los europeos, que lloramos por los refugiados pero luego votamos a los gobiernos que los abandonan a su suerte.