La estadística está de celebración

Tener ideas, decíaOrtega y Gasset,es tan difícil que la mayoría de las personas no tenemos nunca ninguna. Quería decir, por supuesto, producir verdaderas ideas, ideas distinguidas por su fertilidad. De ocurrencias todo el mundo tiene, muchas o pocas. De estas ideas fecundas cabe remarcar dos que ya tienen más de cien años. Primera: la información contenida en una pequeña parte de una población permite obtener conclusiones predicables de la población entera. Segunda: la estadística permite decir si una determinada hipótesis es verosímil o no. Ambas ideas han puesto la estadística en su posición actual, que es -ya perdonarán el atrevimiento- de éxito completo e indiscutible.

ES DIFÍCIL, hoy, encontrar alguna parcela de conocimiento teórico o práctico libre de estadística. Hay estadística en física, en medicina, en ciencias sociales y en humanidades, y también la encuentran en las empresas, las finanzas y los deportes, por hacer una lista corta. La estadística hace los procesos más rápidos, seguros y baratos, predice la demanda de agua de los municipios, anticipa infartos, describe las preferencias de los consumidores y ayuda en muchos otros campos. El pensamiento estadístico puede iluminar casi cualquier problema en el que el azar y la variabilidad de resultados enmascaran lo esencial. Hay estadística para todo y nada hace pensar que este estado de cosas vaya a cambiar.

Tan gran aceptación se fundamenta en la utilidad de la estadística para mejorar las condiciones generales de vida. En el año 1854 las vidas de los vecinos de Londres debían preocupar al médicoJohn Snow, porque una epidemia de cólera los hacía morir con una facilidad tremenda.Snowidentificó el foco de la epidemia -una fuente de Broad Street- por el método de contar los muertos y distribuirlos en un mapa. Usó una estadística primitiva, si quieren, pero el recuento cortó de raíz una mortandad aterradora. Cien años más tarde, en 1954 el epidemiólogo Jonas Salktenía terminada una vacuna contra la poliomielitis. Las pruebas de laboratorio y a pequeña escala aseguraban que era efectiva, pero existía la duda de si lo sería también en el conjunto de la población. La estadística resolvió el caso con una inmensa operación de campo, mucho más sofisticada que el recuento deSnow. La vacuna era acertada y hoy la poliomielitis está restringida a solo cuatro países del mundo, con expectativas de erradicación total. La relación entre tabaquismo y cáncer, o el efecto beneficioso de la aspirina en algunas enfermedades del corazón son otros ejemplos en los que la estadística ha ayudado a aumentar el bienestar general progresivo.

Hay muchísimos otros ejemplos de uso práctico y provechoso de la estadística, de una estadística que aporta algo de luz en el mundo. El médicoLuis Comenge,pionero de la estadística sanitaria de Barcelona, ya decía hace cien años que sin un «criterio aritmético la ciencia de la salud y la enfermedad se reduciría a un cúmulo de intuiciones y de sospechas».

En 1932José A. Vandellósponía en marcha en Barcelona el Instituto de Investigaciones Económicas, convencido de que el ciclo de los negocios se podía medir. ¿Quieren ustedes más ejemplos? Todos ellos, los de aquí y los de fuera, avalan que el 2013 sea el Año Internacional de la Estadística, dedicado a promover «la importancia de la estadística para la comunidad científica, empresas, usuarios de datos de estadística pública, medios de comunicación, políticos, empresarios, estudiantes y millones de personas». Hoy más de 1.700 instituciones lo apoyan, entre institutos de investigación, sociedades profesionales de estadística nacionales e internacionales, oficinas de estadística pública, empresas y universidades de todo el mundo. La Sociedad Catalana de Estadística se adhirió desde el primer momento, e impulsa diversas actividades para celebrar la efeméride.

CATALUNYA tiene una masa crítica de estadísticos de fertilidad contrastada. Su origen es diverso: los más jóvenes son graduados en estadística, pero la mayoría son matemáticos, ingenieros, informáticos, economistas, biólogos, médicos. Impulsan el progreso colectivo con las herramientas a su alcance -una aspiración nada pequeña- y piensan ideas nuevas para la disciplina en el sentido deOrtega.

En todo el mundo y durante un año los estadísticos explican su oficio a quien los quiera oír. Contrastan la bondad de las hipótesis con experimentos -los mejores son reproducibles- o, al revés, miran si los datos sugieren alguna hipótesis sobre las causas de un fenómeno, una hipótesis plausible y con sentido experimental. Y en esta tarea difícilmente mezclan las causas con las coincidencias.