LA CORTINA DE HUMO

Estable y seguro como Rato

TONI AIRA

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El hombre que pudo reinar. Rodrigo Rato como icono del PP. De un PP que fue y sigue siéndolo, que calló en excesos y que persiste ellos, de fondo, con la misma insaciabilidad irresponsable de la cual Rato es metáfora

Pudo liderar el partido tras una era Aznar donde él era un primus inter pares que se sabia el elegido pero que no lo quiso aprovechar, vayan ustedes a saber por qué. Igual porque pensó que se ganaría mucho mejor la vida presidencia a parte. Pero él seguía ahí, como icono de ese PP donde triunfó y sigue haciéndolo el Tea Party, ya sea con el rostro agrio y desagradable de Aznar o con el de un Mariano Rajoy que la mayor parte del tiempo parece mostrar un desinterés que realmente no es tal, como ha descrito muy bien Antón Losada en su libro Código Mariano.

El código de este PP y su proceder es el de Rato, aunque ahora digan que sus facciones y luchas internas podrían explicar en parte lo que le ha pasado al antiguo vicepresidente esta semana. Pero si ha pasado es porque creen que el clan en realidad se mantendrá a flote. Se sienten impunes porque durante demasiado tiempo se han mostrado como son y han ejercido su estilo desacomplejadamente sin consecuencias demasiado negativas para ellos.

Su proceder, por cierto, es el mismo en lo referente a Catalunya, donde muestran una falta de escrúpulos total para conseguir sus objetivos y sin reparar en los daños colaterales que puedan generar en otros que les interesan más bien poco. Como cuando el ministro Jorge Fernández relaciona de manera grotesca yihadismo e independentismo.

El estilo popular

Porque ese es su estilo. El de todo vale, arriesgando mucho más de lo aconsejable, para conseguir lo que se considera un bien supremo, el propio beneficio.

Es aquello de «el último que apague la luz», de hacer como si no hubiera un mañana (que ellos ya se encargan de dilapidar). Y siguen ahí. Y lo curioso es que ahora Rajoy pretende mostrarse, con estas credenciales, como la opción de estabilidad y de seguridad, frente a propuestas políticas que ellos dicen que son experimentos, y que no son otra cosa que amenazas para su tren de vida.

Lo son los que proponen relevarlos de verdad en España y los que en Catalunya proponen desengancharse de un poder español que no la respeta, se haga aquí la propuesta que se haga.

Y luego resultará que los otros son los radicales y que lo que practican el PP y los suyos es lo moderado. En abusar, también de las palabras, sí que son estables y seguros. Como Rodrigo Rato.