El apunte

Esperando a los bárbaros

El dominio de la centralidad política y el liderazgo van asociados al éxito electoral

JORDI MERCADER

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El PSOE andaluz ha resucitado a los socialistas españoles con su decisión de no esperar resignadamente la llegada de los bárbaros, en el sentido literario de Coetzee, por supuesto. Está por ver si los efectos de su victoria superan el impulso anímico para el resto de compañeros. Para ganar unas elecciones hace falta algo más que moral de combate. El dominio de la centralidad política y el liderazgo son los dos factores habitualmente asociados al éxito electoral. Los socialistas andaluces cumplían ambos preceptos: abrazaron hace décadas la bandera del andalucismo y tienen a Susana Díaz. Además, supieron ver la ventana de la oportunidad.

La dirección del PSC ha sido muy prudente en la celebración de los resultados, consciente de la improbable extrapolación de los mismos. Desde hace tiempo, incumplen los dos factores imprescindibles para ganar unas elecciones. Al menos, mantienen el sentido del realismo, no se engañan respecto de la debilidad de su posición ni sobre las escasas opciones de futuro de su proyecto. Uno de sus dirigentes lo asumía la otra noche en petit comité: el objetivo para los próximos años no es recuperar la centralidad política perdida a partir de la sentencia del TC sobre el Estatut sino definir un nicho para la supervivencia política.

Hay gente que se ha hecho millonaria a partir de la explotación de un nicho de negocio. También en política puede darse esta eventualidad, pero se necesita una confluencia astral como le sucedió al independentismo. Esta opción tal vez no triunfe a corto ni medio plazo, pero su explosión ha delimitado la nueva centralidad política en torno a la soberanía expresada por el derecho a decidir.

El PSC se ha alejado progresivamente del concepto por no perjudicar al PSOE, renunciando al centro de la política catalana, en el que reinaron por décadas. El nicho imaginado es el del catalanismo político tradicional, la socialdemocracia y el federalismo. La prioridad de los nietos de Reventós es sobrevivir entre los bárbaros de Coetzee.