tú y yo somos tres

Ni era príncipe, ni azul, ni iba a caballo

FERRAN MONEGAL

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Debe de ser desespereante actuar en la gran plataforma de Tele 5, en el privilegiado espacio de dos horas de prime time, y solo conseguir audiencias exiguas, por debajo de la media de la cadena. Le está sucediendo al famosísimo y admirado Risto Mejide con su programa <i>All you need is love... o no</i>. Hay que reconocer, eso sí, que pone voluntad y esfuerzo. De hecho, el programa ya ha sido retocado volviendo a las entrevistas impacto, metiendo personajes que se puedan vender como ganchos y que conciten morbo en la audiencia.

Hace dos semanas contrataron a Bárbara Rey. El anuncio era que iba a hablar de sus experiencias sexuales. O sea, se suponía que alguna cosita diría de su famosa relación con Juan Carlos I. No dijo ni pío. ¡Ah! Un disgusto para la audiencia.

A la semana siguiente, el invitado fue David Bustamante. Tenía que hablar de las rupturas y los desengaños amorosos. Pero Bustamante, que es listo, no entró al trapo. Ni una palabra sobre Paula Echevarría. ¡Ah! Otro disgusto para los que habían picado el anzueloy esperaban un gran cotilleo.

Esta semana, en un alarde de prospección arqueológica, han costruido un túnel hacia atrás, han retrocedido 20 años como mínimo, y les ha salido Antonia Dell'Atte de la ultratumba televisiva. En esta ocasión el gancho era: «Antonia Dell'Atte y Ana Obregón por primera vez, después de 20 años, hablan en un plató de televisión». En efecto, no pudieron utilizar la palabra «juntas» en un plató, porque no consiguieron que Ana Obregón estuviera de cuerpo presente. Tuvieron que conformarse con una <strong>conversación telefónica</strong>.

Hombre, el tema tampoco suscitó interés. La única materia común a estas dos señoras es el 'caro Dado' Alessandro Lecquio, y claro, ante un affaire tan antiguo, tan viejo, tan exprimido -hasta el aburrimiento- por las cadenas en los años 90, no es de extrañar que tuvieran tan poco éxito. No obstante, como que soy un nostálgico, quiero tributar un reconocimiento a estas dos damas que hace 25 años tuvieron un pollastre a medias. Mantienen un excelente sentido del humor. Ana preguntó: «Oye Antonia, ¿tú crees que encontramos al príncipe azul? ¿O no era del azul que nos gustaba?». Y Antonia respondió: «Era de un azul desleído, y además no era príncipe, ¡y ni siquiera iba a caballo!».

¡Ahh! Este breve diálogo fue bueno. Pero insuficiente para nutrir un programa de dos horas. Yo creo que Risto debe volver al Chester.