La rueda

¿En qué invertirá Europa el dinero?

Hay que desarrollar una economía circular que evite disfunciones ambientales y redistribuya la riqueza

RAMON
Folch

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Para el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, con la austeridad no basta. Una cosa es evitar borracheras y otra morirse de sed. Ahora que ya hemos frenado los gastos irresponsables es hora de pensar en los necesarios. Parece que, como prometió al ser investido, se invertirán 300.000 millones de euros en actuaciones que favorezcan la creación de empleo y estimulen la actividad económica productiva.

Resulta que sobra dinero. En muy pocas manos, eso sí. La acumulación de capitales ha sido en estas últimas décadas la más feroz de la historia, explican los expertos. Se ha generado dinero en abundancia. Y unos cuantos lo han acaparado. Así que el problema no es llenar unas arcas desbordantes, sino redistribuir el contenido más equitativamente. No haciendo obras de caridad, sino devolviendo ganancias a quien las ha hecho posible. Es tan sencillo que parece simplista.

El plan de Junker no va exactamente en esta dirección, claro, porque cuenta con dinero en buena parte público, pero apunta maneras. El comisario de asuntos económicos, Jyrki Katainen, ha señalado que «hay mucho más dinero en el sector privado que en el público». Y tanto. Dinero acostumbrado a producir dinero, no a generar riqueza, este es el mal. Y esta es una característica de la insostenibilidad del actual modelo, por eso la mayoría se empobrece tanto como engordan las cuentas de una minoría.

¿En qué se invertirán estos 300.000 millones? Algunos creemos que deberían estimular la transición hacia el nuevo modelo, no para seguir subvencionando miserias del antiguo. Hay que desarrollar la economía circular, que cierra ciclos, evita disfunciones ambientales y redistribuye riqueza. Necesitamos electrificar la movilidad y archivar el carbono energético, por ejemplo. Podemos y sabemos hacerlo. Pues hagámoslo.