La clave

Empate a inconcreción

Vista la comparecencia de Mas, el Parlament es menos oasis que el Congreso pero dista aún mucho de los Comunes

ALBERT SÁEZ

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Que el presidente de un Gobierno comparezca en una comisión parlamentaria de investigación es un hecho excepcional. Tanto como que un expresidente confiese una década después de abandonar el poder que fue un evasor fiscal desde el primer día hasta el último. Llegados a este punto, la sesión de este lunes en el Parlament no fue nada excepcional. Aunque tampoco respondió a los cánones habituales. Unos y otros aparcaron el clásico «y tú más» pero no alcanzaron los estándares anglosajones. Mas salió vivo y respondió a las acusaciones de brocha gorda con respuestas de brocha gorda. Decía Sócrates que a los profesores hay que evaluarlos por las preguntas de sus alumnos. Si fuera por eso, Mas suspendería. Apeló al sentido común y fue minucioso en aquellas zonas en las que sabía que no iba a salir malherido. Y especialmente pornográficas fueron las explicaciones totalmente inéditas en un parlamento sobre la herencia de su padre. Pero nadie logró ponerlo en un brete, en parte por el formato pero fundamentalmente porque las preguntas tenían un aire más de tertulia que de juicio oral. Los más menesterosos acudieron con fotocopias de diarios. Nadie aportó ninguna evidencia que Mas no pudiera eludir con consideraciones generales.

Consecuencias

Algo quedará. A nadie le pasó por alto la distancia que Mas tomó de la familia Pujol, especialmente de Oriol pero también de Jordi júnior y en muchos aspectos del mismísimo patriarca, con quienes negó tener relación fuera del trabajo. Veremos cómo reaccionará el clan en función de la evolución de su periplo judicial. «Si el partido no me trata con respeto, pasaré al ataque», ha dejado dicho Bárcenas. Veremos si quienes alardean de haber encumbrado a Mas se toman su desdeño con indiferencia. También quedarán heridas en las relaciones entre Esquerra y CiU. El republicano Amorós estuvo contundente pero no incisivo. De manera que el episodio de la comisión será ambivalente en función de los resultados de las elecciones municipales. Visto lo visto, el Parlament es menos oasis que el Congreso pero dista aún mucho de los Comunes.