Elvis & Nixon

RAMÓN DE ESPAÑA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Siempre he sostenido que la obra más importante del arte conceptual nunca se ha visto en un museo porque consistió en una 'performance' irrepetible que tuvo lugar en la Casa Blanca el 21 de diciembre de 1970, cuando Elvis Presley se presentó sin avisar para pedirle al presidente Nixon que le facilitara un carné de agente honorario del FBI con el que dedicarse a detener a narcotraficantes por la zona de Menfis, donde tenía fijada su residencia, concretamente en la mítica mansión conocida como Graceland.

En esa época, Elvis ya estaba bastante mal de la cabeza y vivía obsesionado por la penetración del comunismo en su país, la destrucción de la juventud a manos de las drogas y la aparente intención de los Beatles de enviarlo al baúl de los recuerdos. Comía basura y se inflaba a pastillas, lo cual acabó conduciendo a su fallecimiento en un retrete de Graceland. Basta ver las fotos de su visita a la Casa Blanca para comprobar que ese sujeto gordo y sudoroso va drogado hasta las cejas, aunque Nixon no tuviese mejor aspecto porque ya se le había puesto una cara de Watergate considerable. Evidentemente, darle a Elvis un carné del FBI era como poner un AK47 en manos de un niño de diez años, pero nuestro hombre salió de allí con su documento oficial y, ¡hala, a detener narcotraficantes!

Yo creo que si Stefan Zweig no se hubiera suicidado, habría incluido este encuentro entre sus 'Momentos estelares de la humanidad', pero me conformaría con ver la película de Liza Johnson al respecto, 'Elvis & Nixon', que se acaba de estrenar en Estados Unidos y de cuya existencia me entero leyendo 'The New Yorker'. La cosa promete. El inquietante Michael Shannon interpreta a Elvis, mientras que Nixon tiene los rasgos de Kevin Spacey, que ya se ha curtido como presidente en 'House of cards'. Según el crítico del semanario, el resultado es excelente. No sé si llegará a estrenarse en España o si habrá que comprarla en DVD vía Amazon, pero les aseguro que yo esta peli no me la pierdo. ¡Y ya tarda el Macba en organizar una proyección especial, aunque solo sea para denunciar el triste estado en que se encuentra hoy día el arte conceptual!