Gente corriente

Eloïsa Matheu: «Si escuchas el bosque, mejora tu salud mental»

'Atrapatrinos' .Lleva 25 años grabando la banda sonora de la naturaleza, desde la selva tropical hasta el Himalaya.

«Si escuchas el bosque, mejora tu salud mental»_MEDIA_2

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GEMMA TRAMULLAS

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Olvídese por unos minutos de todo lo que le rodea y sumérjase en el encinar de Collserola en compañía de esta bióloga. Son las ocho de una mañana fresca de primavera y, a medida que se desvanecen los decibelios de la civilización, estalla una orquesta de trinos. 

-¿Qué dice el bosque a esta hora?

-Escuche el ruiseñor . En catalán dicen que suena como: «la masovera té el cul tou, tou, tou, tou, tou, oi que sí».

-¡Qué bueno!

-Este «si-si-si-si-si-srrrié» es un reyezuelo listado; tiene un canto tan agudo que algunas personas no alcanzan a oírlo. Ahora se oye una paloma torcaz. ¡Por ahí van un escribano soteño y un chochín. Y este «toc-toc...tic-tic-tic-tix-tix-tix» rápido es la señal de alarma de un mirlo.

-¿Y de quién es este «tuit-tuit-tuit,ti-tiit,ti-tiit, ti-tiit»?

-Es un zorzal común. Su canto consiste en varios motivos que se van repitiendo. Alguien dijo que era un canto dogmático, como un profesor que siempre repite la misma lección. El sonido es muy subjetivo y cada uno lo percibe de forma distinta.

-Parece mentira que estemos a 15 minutos del centro de Barcelona.

-Pues la mágica explosión de trinos de las seis de la mañana ya ha pasado, aunque aún quedan picos de actividad. Si escuchas el bosque atentamente te sientes bien emocionalmente y mejora tu salud mental. A pesar de los años que llevo haciéndolo, cada vez me gusta más.

-Yo ya me siento como nueva.

-Vivimos en un estrés visual tremendo. Precisamente con otros dos biólogos estamos proponiendo un taller en Kenia para escuchar la sabana. Es todo lo contrario a meterse en unjeepy venga a hacer fotos de leones, jirafas, ñus y cebras. Para mí la sabana africana tiene un sonido muy particular, como un fondo sonoro de tórtolas y muchos pájaros.

-Si una selva tropical suena como una orquesta sinfónica, ¿Collserola sería un cuarteto?

-Sería una pequeña orquesta. Uno de los momentos más bonitos que recuerdo son las madrugadas en la selva de Tikal, en Guatemala, pero aquí mismo hay cantos extraordinarios. ¿Lo oye? Un petirrojo... Fíjese qué delicado. Esta bolita de plumas de apenas nueve gramos y con un cerebro superpequeño es capaz de producir unos trinos que requieren un importante control neurológico.

-¿Lleva la cuenta de todos los sonidos que ha registrado?

-¡Necesitaría un becario para organizar mi archivo! La primera grabación la hice en 1988 y me parece que era un ruiseñor, ¿o sería un pinzón? Salía a grabar con un magnetófono de 16 pilas y empecé a publicar guías sonoras de pájaros y, más tarde, ranas, mamíferos y paisajes sonoros. Eran casetes que vendía yo misma.

-¿Quién lo compraba?

-Entonces había muy poco material sonoro. Un día fui a una feria de parques naturales, y allí estaba yo -entre estands institucionales donde regalaban jamón- con mi mesita plegable y un montón de casetes de pájaros. Las cintas volaron.

-¿Qué piensa hacer con semejante archivo sonoro?

-Internet fue muy bien para darme a conocer y vender mis cedés, pero de golpe mis discos aparecieron colgados de forma ilegal. Incluso existen aplicaciones con las que, diciendo el nombre de un pájaro, te baja una pista sacada de un disco mío. En estos momentos estoy en la ruina.

-Vaya...

-Hago cursos y paseos para enseñar a reconocer los pájaros y he colgado archivos en mi web a un euro (www.sonidosdelanaturaleza.comywww.eloisamatheu.com). También me piden cosas, como un ambiente nocturno de grillos. Es un regalo para una persona que vive fuera y tiene ese recuerdo de cuando vivía aquí.

-¡Ya tiene negocio!: «Regale biosonidos de Eloïsa».

-[ríe] Bueno, la verdad es que un sonido te lleva a revivir un momento de una forma más vívida y emocional que una imagen.