MIRADOR

Elogio de Rubalcaba

JOAQUIM COLL

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Un hecho inédito sucedió este miércoles. Toda la oposición, desde el PSOE hasta ERC e Izquierda Plural, pasando por Coalición Canaria, CiU y el PNV, solemnizó el compromiso de derogar laley Wert en la próxima legislatura. La nueva ley educativa del PP es un texto muerto. La iniciativa del miércoles, de la que solo se excluyó UPD, confirma la sensación de que el mapa político va a vivir grandes cambios en el próximo ciclo electoral que culminará, si no hay sorpresa, en las generales del 2015. La grave crisis de credibilidad que sufre el Gobierno deMariano Rajoy,nos sumerge de lleno en un angustioso tiempo de espera.

Desprestigio debido alcaso Bárcenas y a la evidencia de corrupción sistémica en el PP, pero también porque la economía se halla lejos de superar la depresión. La previsión de la OCDE es que el paro alcance el 28%, mientras que el FMI descarta la salida de la recesión en el 2014. Si hablamos de los jóvenes, los datos son escalofriantes. Y muchas familias están llegando al límite.Alfredo Pérez Rubalcabaacertó cuando dijo que«Rajoyestá sentado sobre tres volcanes: paro,Bárcenasy Catalunya». La crisis económica se ha transformado en una crisis de Estado. Por eso, la revelación de que el presidente del Tribunal Constitucional militó en el PP siendo ya magistrado, agrava la situación y es otro golpe al prestigio de la institución, pues da pábulo a la tesis de su politización.

En medio de este negruzco panorama, hay que reconocer que la talla política deRubalcabaestá por encima de la media. La amenaza decidida de llevar a cabo una moción de censura va a obligar aRajoya acudir al Congreso y a dar unas mínimas explicaciones sobre los papeles de su extesorero. El PP no va arriesgarse a que el PSOE aproveche la ocasión para transmitir una alternativa. Los socialistas, aunque con serias dificultades en el banquillo para generar un nuevo liderazgo, están haciendo un serio esfuerzo de renovación programática, desde la fiscalidad a la política territorial.

Tras la gravedad del paro y la corrupción,Rubalcabaes consciente de que Catalunya se ha convertido en el epicentro de la crisis española. De ahí su apuesta decidida por la vía federal de la mano del PSC, queArtur Mashace mal en despreciar. Antes decía que el problema del federalismo es que en España no había federalistas, y que si Europa fuera federal, no querría la independencia.

No es cierto. Sencillamente, al nacionalismo la opción federal nunca le ha gustado, pues le dejaría sin argumentos en el discurso de los agravios. Por eso se esfuerza en desprestigiarlo, antes como imposible y ahora como otro engaño. Hace dos semanas, el presidente de la Generalitat le exigió aRubalcabaque fuera a explicarle su propuesta. Pues bien, ¿cuándo piensa darle hora?