La clave

Elogio de la sartén y del calcetín

BERNAT GASULLA

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Al señor turista Bernard Dupont, un cazador de antiguallas, no le gustaron los Encants de Barcelona. Según declaró en el reportaje que firmó ayer Cristina Savall en EL PERIÓDICO, «hay demasiada baratija que intentan venderte cara. Se encuentran muchos calcetines y sartenes, pero cuesta descubrir algo que valga la pena». La conclusión es que el señor Dupont no volverá al mercado. Él sabrá lo que hace. Con lo valiosos que son los calcetines y las sartenes cuando te faltan.

Pero otros muchos visitantes sí han sabido encontrarle atractivo a los Encants, no solo en el comercio sino también, y sobre todo, en la oferta gastronómica. De hecho, los encantistas tienen este verano, especialmente en agosto, más visitantes extranjeros que autóctonos. Ahora hemos sabido que, para no perder el impulso generado por estas visitas masivas, los Encants van a iniciar una serie de pruebas piloto con el objetivo de abrir un domingo al mes a partir de la primavera del año que viene. Vamos, un poquito menos de lo que hacen otros mercados, como el de Portobello (Londres) o el Marché aux Puces (París).

La vara del alcalde

Es curioso que la iniciativa de Mercats de Barcelona haya trascendido cuando arrecian las críticas al horario dominical de comercios de las zonas turísticas. La nueva norma obliga a bajar las persianas a las seis de la tarde, y muchos comerciantes lamentan que tienen que echar prácticamente a patadas a los clientes en pleno shopping. Y los más desobedientes sencillamente no cierran.

Es deseable pero muy difícil llegar a un consenso en todos los asuntos ciudadanos, sobre todo los que afectan a intereses contrapuestos. Véase, si no, el caso de la Barceloneta. Pero un alcalde tiene una vara, y la debe utilizar. Tras mucho remolonear, el ayuntamiento permitió abrir tiendas en domingo pero con un corsé horario casi contraproducente. Ahora, de manera más natural, los Encants plantean tener acceso a esa parte del pastel dominical. Sea cual sea la opción elegida, esperemos que sea fruto de un análisis riguroso y valiente, no de una componenda. También tenemos derecho a comprar sartenes y calcetines en domingo.