tú y yo somos tres

El ventrílocuo entra en fuga

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El suceso que acaba de protagonizar el exventrílocuo y poderoso productor televisivo José Luis Moreno en el programa Hable con ellas (T-5) tiene sabrosas y analizables aristas. Mientras la entrevista discurría por la senda del masaje tailandés, todo iba de maravilla. Comenzaron pasándonos un vídeo de la fabulosa mansión del ventrílocuo -cinco mil metros cuadros, dos piscinas, un Bentley en la puerta, ostentosidad fastuosa, toneladas de carísimo mal gusto-, siguieron con el empalagoso esplendor de esta es su vida, en plan superhombre magnífico que habla todos los idiomas del mundo menos el chino y que tiene más carreras que la bicicleta de Perico Delgado, a saber, licenciado en neurocirugía, traductor de la ONU, cantante de ópera, abogado, campeón de patinaje artístico... ¡Ah! Cómo se esponjaba Moreno ante aquella colosal hagiografía de sí mismo. Estaba encantadísimo. Pero de pronto, en mitad de aquella radiante sesión de impudicia, apareció una nube. Era la estupenda Yolanda Ramos que, cansada de morderse la lengua, le dijo que hiciera el favor de abonarle las 25.000 pesetas que le adeuda de cuando producía Noche de fiesta en TVE-1, o sea, que la abnegada Yolanda lleva esperando que le pague desde hace 15 años como mínimo. A partir de aquí, el esponjamiento del ventrílocuo comenzó a reducirse. Y más se redujo cuando Beatriz Montañez -otra magnífica guerrera, sin pelos en la lengua- le recordó que en su opulencia empresarial hay puntos de mucha negrura, como las demandas que la Unión de Actores ha interpuesto contra él por no pagar a los intérpretes, o su imputación en el caso Palma Arena, o los casos de humildes cómicos que han tenido que acudir a la Justicia porque el opulento ventrílocuo no cumplía. Hay que advertir que todo fue dicho con extrema suavidad. Pero llegados a este punto, Moreno cambió la sonrisa profidén por el rictus prepotente. Tras advertirle a Yolanda en tono amenazador: «¿Tú piensas dedicarte a eso?... ¡Pues cambia de chip, y después de lanzarles la perdigonada «Me llamaron porque se os caía el programa y para echaros una mano  porque soy personaje muy popular y muy notorio», se levantó y se dio a la fuga. O sea, en realidad, el ventrílocuo se asustó de sí mismo. No soportó que recordasen sus trapacerías.

¡Ahh! Mueve mucho dinero Moreno en Tele 5 a través de su producción La que se avecina. Cree ser intocable en Mediaset. De ahí su huida.