La clave

El TC y Undiano Mallenco

JUANCHO DUMALL

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La polémica sobre Undiano Mallenco, el árbitro del clásico del domingo, no comenzó con los penaltis señalados durante el partido del Bernabéu. Había empezado mucho antes. Los medios deportivos de Madrid y Barcelona llevaban días poniendo en cuestión la idoneidad del colegiado para un partido de ese calibre. En ambas orillas se recordaban actuaciones precedentes por las que unos y otros se sentían perjudicados. Algo similar ocurre, y esto es mucho más serio, con los miembros del Tribunal Constitucional, que ayer dictaminaron sobre la declaración soberanista del Parlament de Catalunya del 23 de enero del 2013. Aunque no está escrito en ninguna hoja de ruta, estaba claro que los partidos catalanes (con la excepción del PPC y Ciutadans) iban a poner en cuestión al árbitro antes de que comenzara el partido. Llegaron tarde.

Y eso que en este caso, probablemente mucho más que en el de Undiano, sobraban las razones. El presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, ha sido militante del PP, circunstancia que no reveló en su preceptiva comparecencia en el Senado. Asimismo, tanto él como otros dos magistrados del tribunal, Pedro González-Trevijano y Enrique López, han realizado pronunciamientos contrarios al nacionalismo catalán y al soberanismo, algunos de ellos en actos de la FAES, la fundación del PP.

Clara parcialidad

No es extraño, por tanto, que la Mesa del Parlament aprobara ayer, con los votos a favor de CiU, ERC, PSC e ICV, la recusación del presidente y los otros dos magistrados. La idea era denunciar que el árbitro ha demostrado una clara parcialidad al haberse manifestado con anterioridad en contra de las tesis soberanistas. Ya no hay caso. El TC tumbaba horas después,  y por unanimidad, la afirmación de que Catalunya constituye un «sujeto político y jurídico soberano». Una resolución que no sorprende a nadie.

El antecedente de la infausta sentencia sobre el Estatut -origen de la actual crisis del modelo territorial- ha pesado en la decisión. El presidente del TC ha buscado y conseguido la unanimidad, lo que restará fuerza a las quejas de que el árbitro es injusto.