La clave

El primer error de Pedro Sánchez

JUANCHO DUMALL

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Los 14 eurodiputados del PSOE votaron el martes en Bruselas en contra de la elección de Jean-Claude Juncker como nuevo presidente de la Comisión Europea (CE). Fue un error porque se saltaban así el acuerdo del Grupo Socialista Europeo con los populares para que, a cambio, el socialista alemán Martin Schulz fuera presidente del Europarlamento. La elección de  Juncker no era, por lo demás, ningún capricho. Se trataba del aspirante a presidir la CE que contaba con más apoyos en la Cámara, por lo que lo democrático era que él alcanzara el puesto. Con su discrepancia, los diputados socialistas españoles denotaron falta de seriedad y, lo que es peor, demostraron que llegaban a Bruselas para hacer política mirando al tendido nacional.

Según el diputado Ramón Jáuregui, tan europeísta él, lo hicieron por coherencia con «la pasión» que puso el PSOE en la campaña para rechazar la estrategia de los conservadores ante la crisis. Y claro, después de tanta pasión, ¿cómo le vamos a dar el voto a Juncker? ¿Cómo vamos a dejar que Podemos e IU monopolicen la batalla contra la Europa de los mercados, la troika y los paraísos fiscales, al parecer representada en exclusiva por el luxemburgués?

La relevancia de este voto socialista es que se produjo por orden expresa del secretario general in péctore del PSOE, Pedro Sánchez, quien echaba así el primer borrón de su mandato. El nuevo líder socialista se tomó demasiado en serio el discurso electoralista y tan hispano de su partido sobre las dos Europas: la de los recortes y la de la justicia social. Una dicotomía que no cuela cuando los socialistas franceses también hacen recortes; los socialdemócratas alemanes gobiernan en coalición con Merkel y hay comisarios socialistas que defendían hasta ayer la austeridad.

Pacto y confrontación

Pese a las soflamas durante la campaña, los socialistas españoles saben que en el Parlamento Europeo prima más el pacto que la confrontación y que izquierda y derecha votan juntos miles de veces. La pelea por la justicia social en Europa es urgente, pero no se hace con gestos cara a la galería con un voto que les aleja de SchulzRenzi y Valls.