El pez raya ganó a la becada

Aunque es carnicera de profesión, Vicky eligió cocinar pescado como plato fuerte para la final de Masterchef (TVE-1). Y de entre las infinitas clases de peces que hay en el mar, escogió el pez raya. ¡Ah! Qué elección más heterodoxa y más apasionante. La raya es una criatura marina con escasa fama gastronómica. Los pescadores la respetan y la temen. Algunas rayas, no todas, presentan un venenoso aguijón en su cola. Y es un manjar que no es figura principal en el arte culinario. Vicky ha demostrado que puede ser un plato extraordinario. La cocinó con su habitual temperamento explosivo, intuitivo,  rellenándola de una sutil mantequilla de tomate y la acompañó con arroz negro de algas. ¡Ahh! Se chupaban los dedos los tres chefs que conducen el programa, y también los célebres hermanos Joan y Jordi Roca, de El Celler de Can Roca, que elevaron todavía más la calidad de esta final. Frente a Vicky, el jovencísimo Mateo (20 años) decidió preparar una becada. O sea, gastronomía clásica de caza, antaño alimento muy exclusivo, reservado a reyes y cortesanos. Mateo la preparó al chilindrón y acertó con este sabroso guiso de pimiento rojo, cebolla, tomate y ajo, pero falló en la cocción de la becada. Se lo afearon suavemente los chefs. «Esta cocción ha sido un sacrilegio», le dijo Jordi Cruz intentando ser delicado. Y un sacrilegio, en una final, se paga. Ganó el pez raya. Al margen del arte gastronómico que de este programa emana, el juego televisivo que han logrado ha sido fundamental. Los comentarios desde el balcón de invitados, con el resto de concursantes y también los familiares, han constituido también una especie de chilindrón muy sabroso en el que la audiencia hemos mojado pan. Comentarios picantes, pero sin caer en el reality. Eso también hay que anotarlo en el haber y el buen hacer de este programa.

TVE ACABA CON LA LIMOSNA .- El programa de Toñi Moreno, Entre todos (TVE-1), no va a continuar. Estamos de acuerdo: impulsar la limosna era un ejercicio denigrante.  Lo más pintoresco han sido las declaraciones -en el portal Vertele- del dueño de Proamagna, productora del programa. Después de lamentarse, añadió: «No voy a hablar de cifras. Mi productora tiene un contrato con TVE que exige confidencialidad». Fantástico. Conocemos el sueldo de Rajoy, el de Mas, el de los ministros, consellers y cargos públicos, pero nos ocultan la pasta que TVE gasta. Eso no es confidencialidad. Es opacidad.