La rueda

El pesebre de cada día

JULI CAPELLA

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Pepo es un inmigrante que malvive haciendo chapuzas como carpintero en el Empordà. Los 'pixapins' siempre le pagan en negro. Pero él tiene miedo de que le pillen y quiere arreglarlo, a ver si logra entrar en la Seguridad Social. Ahora le piden los papeles del padrón. Para eso ha tenido que bajar a Barcelona en el bus de la Sarfa, con su mujer que está embarazada. Él no ha sido y Mary le jura que no ha estado con ningún otro hombre. Como es un bonachón, hace ver que se lo cree y le dice que la querrá igual. Están alojados en una pensión de camas calientes del Raval. Se lo ha ofrecido gratis Ángel, a quien conocieron providencialmente cuando andaban perdidos. Ángel se hace llamar Angélica cuando actúa de noche en El Cangrejo y está emocionado con la nueva futura familia. Se dedica a anunciar el suceso por el barrio. En el terrado ha colgado unas bombillas con forma de 'estelada'.

Mary ha dado a luz por la noche. Estuvieron llamando insistentemente a urgencias, pero estaban desbordados. Cuando llegó el 061 ya había parido. Se llamará Suso.

Con el revuelo de sirenas, se han acercado todos los frikis de la finca. Cada uno ha ofrecido alguna cosa. Algo de comer, un calefactor eléctrico o incluso un cantecito. También una botella de cava Dubois para celebrarlo, aunque Pepo no bebe. Se han hecho 'selfies' y los han subido a Facebook y Twitter. Las fotos han tenido mucho éxito.

Al cabo de unos días han desfilado tres personajes curiosos y raros cargados de regalos, venían desde muy lejos a un congreso esotérico en Barcelona. Al irse han comentado su visita a las autoridades, que se han apresurado a clausurar la pensión. Pepe, Mary y Suso ya estaban fuera y no los han pillado de milagro.

Luego ha venido un tío con barretina y se ha cagado en el portal del edificio, dice, como protesta. La policía lo ha detenido ipso facto como presunto terrorista.