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El peor trabajo del mundo

RISTO MEJIDE

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Ya seas hombre, mujer, animal, semoviente o cosa, atiende bien, porque si puedes leer esto y entenderlo, esta oferta puede que vaya dirigida a ti. Mediante la presente, te ofrezco el peor trabajo del mundo. Te ofrezco trabajar conmigo y trabajar para mí.

Estoy buscando una asistente personal. Y hablo siempre de «una» porque preferiría que fuese, antes que personal, persona. Siempre he intentado contratar a gente a la que admirase. Gente que tuviera algo que no tengo yo. Gente que me superase de mucho en algo. Sólo siendo persona ya habríamos cubierto este punto con creces. Si eres persona, sigue leyendo, que vamos bien.

Para empezar, deberás vivir en Barcelona. La distancia es el olvido, como cantaba aquél. Si no estás dispuesta a vivir en la ciudad condal y trabajar codo a codo conmigo, no estamos hechos el uno para el otro, no pasa nada, hay gente maja también en el resto del estado español, no tan maja como yo pero qué se le va a hacer.

El peor trabajo del mundo siempre estará mal pagado. Te aviso para que no haya sorpresas ni malentendidos. Tu remuneración estará todo el tiempo algo por debajo de tu valía. No por nada, sino porque a mí me pasa exactamente igual. Siempre he creído que ganaba menos de lo que debería. Si aún así te parece injusto, estaré encantado de repasar contigo la parte que aún no hayas entendido del título de esta oferta laboral.

El peor trabajo del mundo tampoco entiende de horarios. Seguro que las compañeras y compañeros estarán encantadas y encantados de leer esto. Pero seguro que también les gusta saber que la primera frase de este párrafo la he copiado de un delegado sindical. Estoy buscando una actitud que ponga el resultado por encima del proceso. A mí, como si no vienes a la oficina. Mientras hagas tu trabajo y lo hagas siempre buscando la excelencia, las horas físicas al final las pondrás tú. Gente a la que se le cae el boli, los anillos o la cara de vergüenza, abstenerse. Gracias.

Mi personal assistant (qué bien queda todo en inglés --por cierto, si no lo hablas, don't you even dare--) deberá ser, además, alguien que se adelante a mí, como mínimo, 48 horas. Alguien que vele por mi integridad física y mental y sea capaz de llevar y anticiparse mínimo dos días a una agenda de contactos, de reuniones, de viajes, de conferencias, de clases, de producciones publicitarias, de rodajes televisivos, de publicaciones de libros y de artículos como éste que se supone que estás leyendo. Cuanto más se anticipe, mejor. Cuanto más piense ella, menos tendré que pensar yo. Cuantas más decisiones tome ella, menos tendré que tomar yo. Cuanto más acierte ella, menos tendré que equivocarme yo.

A continuación, deberá ser alguien que demuestre que puede trabajar de community manager y lleve mi blog ristomejide.com. Nada demasiado complicado, pero hay que estar al día, contestar a todos los mails y mensajes que lleguen siempre con educación y respeto y llevarse bien con pantallas de todo tamaño. Fíjate que no hablo de experiencia, porque la experiencia ya no es lo que era y lo que hay que saber, como dijo aquél, se aprende en un par de tardes.

Por último, deberá ser una excelente relaciones públicas. Deberá gustarle tratar con gente de todo pelaje, linaje y condición, así que la flexibilidad, la empatía y la proactividad serán clave en el correcto desempeño del puesto. Alguien que haga lo que nunca he sido ni seré capaz de hacer yo: enamorar a la gente desde el primer encuentro. Y hacer seguimiento de las relaciones humanas, esas grandes desconocidas para mí.

Todo, como dice mi amigo Gerard, obsesionándose por las 3D: dedicación, dirección y discreción.

A cambio, la verdad es que no ofrezco mucho. Un trabajo en una empresa seria a ratos, un salario que pagamos, eso sí, religiosamente y enseñarle a esa persona lo poco que pueda saber yo sobre lo mucho que desconozco. Ahora empiezo a entender por qué no la he encontrado todavía.

Si crees que reúnes estas características y no te importa aplicar para el peor trabajo del mundo, deberás saber que, además, compites contra una empresa de recursos humanos que está realizando una búsqueda en paralelo y contra una candidata -que sabe que es provisional- pero que lleva unas semanas haciéndolo realmente bien y a lo mejor al final hasta se queda con el puesto.

Si aún así quieres probar suerte, envía tu currículum, tu análisis de orina, o lo que te dé la gana a elpeortrabajodelmundo@gmail.com. El buzón permanecerá abierto hasta las 23:59 del 31 de diciembre de 2013, momento en el que se dejarán de recibir mensajes. Tampoco envíes muchos mails, conocer la fina línea que separa la insistencia de la pesadez será uno de los criterios a valorar para la selección de candidaturas. Y sólo nos pondremos en contacto con aquellas que vayamos a entrevistar, así que si el 31 de enero aún no has recibido respuesta, la respuesta es no, pero gracias por participar.

Busco la mejor persona del mundo para el peor trabajo del mundo.

Sé que existes.

Y sé que aún yo no te he encontrado.

A ver si de este modo tú me encuentras a mí.