La clave

El mundo de Obama

ALBERT SÁEZ

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El presidente Obama acaba de firmar un acuerdo de libre comercio con los países del Pacífico tras años de intensas negociaciones. Si antes de finalizar su mandato hiciera lo propio con la Unión Europea habría completado un radical giro geoestratégico en sus dos mandatos. Las claves son la pérdida de peso del conflicto de Oriente Próximo en su política exterior y el progresivo distanciamiento respecto a China y muy especialmente en relación a Rusia.

Si Estados Unidos consigue eliminar los aranceles a sus productos en el área del Pacífico (con Japón y Australia a la cabeza) y con los veintiocho socios de la UE, las economías china y rusa van a perder competitividad. Ciertamente, como señalan los opositores del tratado con la UE (el TTIP), este tipo de acuerdos puede conllevar una mayor desregulación en los países que se integran y ello puede perjudicar las condiciones laborales de los trabajadores. Pero, al mismo tiempo, este tipo de tratados son una barrera para los países terceros que compiten a base de salarios todavía más bajos y condiciones laborales aún más desfavorables. Eso también es una realidad.

Gobierno global

Sin duda que este tipo de alianzas generan nuevos diferenciales normativos y, por lo tanto, estimulan el comercio especulativo. Pero lo cierto es que en ausencia de una autoridad política global, son el antídoto más rápido y el principal atenuante del dumping social y de la competitividad basada única y exclusivamente en los salarios bajos y en la falta de cobertura social. Ese es el gran reto: dejar fuera del libre comercio a quienes no garantizan ni un régimen democrático ni un Estado del bienestar.

Posiblemente el acuerdo firmado este lunes va a presionar a la baja a los salarios de los norteamericanos más empobrecidos pero también presionará al alza a las clases medias del resto de países firmantes. Y dejará fuera de juego a los chinos desprotegidos y a los rusos que viven bajo una dictadura. Lo ideal sería que las condiciones fueran homologables en todo el planeta pero mientras llega ese momento, este pequeño paso tiene aspectos muy positivos.