El misterio de los abstencionistas del CIS

Última encuesta del CIS sobre las elecciones catalanas del 27-S

Última encuesta del CIS sobre las elecciones catalanas del 27-S / periodico

ALBERT SÁEZ

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La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre el 27-S -la muestra más amplia de cuantas se han publicado- ha ayudado a rememorar un viejo frame de la política catalana: el de la abstención diferencial. Según esta explicación, en los comicios autonómicos hay una parte de los electores que se abstiene por desafección al autogobierno. Se trata de una foto fija de hace treinta años que presupone que los ciudadanos son los mismos y que el área metropolitana está llena de recién llegados de otros pueblos de España. Sea como fuere en este frame, la encuesta del CIS ha removido el ambiente porque cifra en 28,7% el número de indecisos en las elecciones del 28-S. Ciertamente una bolsa de votos que podría cambiar sustancialmente el resultado tanto en clave estrictamente autonómica como en clave presuntamente plebiscitaria. Este presupuesto ha marcada esta primera semana de la campaña catalana.

Lo curioso es que para mantener viva la partida, los resultados del CIS no aventuran cual será la abstención a diferencia de hace cuatro años. El centro demoscópico ha cambiado la pregunta sobre la participación que ahora hace más detallada. De ella se deduce que el 77,5% de los encuestados afirman que seguro que irán a votar mientras que el 14% lo considera probable. Así las cosas la participación sería del 90% y de éste total, el 28,7% aún no habría decidido su opción. Difícil pero no imposible. La pregunta es: ¿por qué el CIS no aventura en sus resultados finales una estimación de participación? Puede ser un simple cambio metodológico. Pero también puede ser un subterfugio para no explicar con qué criterios han transformado la intención directa de voto en la estimación de escaños. Sea para crear tensión sobre una mayoría absoluta que no se da o sea para abrir un partido que está más cerrado de lo que parece. Ahí están pues, los partidos buscando el voto de unos indecisos que no saben si existen.