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El miedo y el ridículo

LLUCIA RAMIS

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La imagen es grotesca. Alrededor del Casa Fuster hay furgones de los Mossos d'Esquadra. Los antidisturbios, protegidos con un armazón tipo Robocop, se cubren la cara hasta los ojos, y no es porque haga frío. Creo que hay una amenaza terrorista y han evacuado el hotel. Hasta que los veo. Suben por Jardinets de Gràcia. Organización y policía coincidirían en el número de manifestantes; es fácil hacer el recuento. Son cívicos padres de familia reclamando que se preserve la identidad del barrio, rechazan la cesión de 400 nuevas plazas hoteleras. Llevan dos pancartas y ni siquiera gritan. Todo transcurre en una calma incluso demasiado discreta, para tratarse de una protesta.

Los antidisturbios están ahí como elemento disuasivo. Lejos de tranquilizar al viandante, generan inquietud. Con la cara tapada, dan miedo. Nadie creería que le protegen; ni siquiera los clientes del Casa Fuster, que observan la escena estupefactos. Escudan a los turistas de los barceloneses con un resultado irónico: la imagen no puede ser menos turística.

Ha habido altercados en otras manifestaciones. Pero ahora que los Mossos necesitan un lavado de cara urgente, es absurdo que se la tapen e insistan en un amedrentamiento gratuito; el control no da seguridad. Algunos aseguran que, si no haces nada malo, no tienes nada que temer. Pero, ¿quién confiaría en los que se cubren el rostro y se despliegan ante los manifestantes como si fueran delincuentes?

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, niega que quiera provocar con la compra de las pistolas paralizantes Taser para las comisarías. Lo justifica con que no son letales, a pesar de que Amnistía Internacional ha acreditado 500 muertes por su uso y se utilizan como arma de tortura. No eran letales las pelotas de goma, y se supone que las maniobras de inmovilización tampoco. Y ahí están sus víctimas de los últimos años.

El mensaje se refleja en esta imagen grotesca. No velan por nosotros, se protegen de nosotros. El miedo al ridículo se llama vergüenza, y no tienen nada de eso.